El Gobierno ha admitido este martes que la gestión diplomática desplegada por el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, en relación con el paso por el aeropuerto de Madrid Barajas de la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, consistió en evitar que la 'número dos' del régimen de Nicolás Maduro fuera rechazada en frontera por la Policía.
"Si Ábalos no hubiese intervenido, la policía de frontera la habría rechazado" por tener esta persona prohibida la entrada y el tránsito por territorio comunitario en virtud de las sanciones diplomáticas de la UE contra una serie de dirigentes venezolanos, han admitido fuentes del Ejecutivo.
Que la Policía española iba a actuar en este sentido también era conocido por la vicepresidenta venezolana antes de tener oportunidad de conversar con el ministro Ábalos una vez que el aparato tomó tierra en la zona privada del aeropuerto de Barajas, han reconocido las mismas fuentes.
El Ejecutivo, tal y como ha reiterado en varias ocasiones la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, sostiene que con su actuación dio cumplimiento "a rajatabla" a las sanciones europeas porque impidió que Rodríguez entrase en España manteniéndola siempre en la zona considerada de frontera hasta que, nueve horas después de su llegada, tomó un vuelo comercial con destino a Doha.
"Se consiguió que esa crisis diplomática pudiera con éxito resolverse sin que hubiera habido ninguna consecuencia añadida ni ningún efecto secundario" como habría ocurrido si Rodríguez hubiese llegado a pisar suelo español, ha remarcado Montero.
La portavoz también ha confirmado que el Ministerio español de Exteriores tuvo "conocimiento fehaciente" de que Rodríguez se disponía a hacer escala en Madrid cuando su vuelo ya estaba rumbo a Barajas. "En el momento en que se conoció que esta persona viajaba en ese avión las autoridades tomaron las medidas correspondientes para impedir su entrada en suelo español", ha añadido.
Fuentes del Gobierno precisan que fue en ese momento también cuando el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, tuvo conocimiento de este asunto.
Montero ha dicho desconocer cuáles eran los planes iniciales de la vicepresidenta Rodríguez al hacer escala en Madrid y ha justificado que no se le negase autorización al aparato para aterrizar en Barajas por la normativa sobre el descanso de las tripulaciones cada ciertas horas.
Las personas que acompañaban a la vicepresidenta de Venezuela podían pernoctar en Madrid sin problemas, al no pesar sobre ellas ninguna sanción. Pero ése no era el caso de Rodríguez, que en ningún caso podía entrar en España y pasar la noche en un hotel de la ciudad, extremo que el Gobierno no ha llegado a confirmar que fuera la intención inicial de la vicepresidenta, pero que lo ha insinuado la portavoz al sostener que "la gestión de Ábalos evitó que esta persona entrara dentro" de España.
Delcy Rodríguez, ha incidido Montero, "nunca atravesó el control de fronteras y estuvo en todo momento en suelo internacional, pero en ningún caso en suelo español". "A ninguno se nos escapa que si se hubiera producido esa circunstancia se habría planteado una crisis importante dentro de Venezuela y con nuestros socios europeos", ha reconocido antes de defender que ésa es la función de la diplomacia, "prevenir" conflictos.
Que fuera Ábalos quien hiciera la gestión responde al hecho, según las explicaciones de Montero, de que el ministro de Transportes tenía previsto desplazarse al aeropuerto para recibir al titular de Turismo que viajaba con la vicepresidenta, Félix Plasencia.
En su conversación con la vicepresidenta en el avión, Ábalos le reiteró que "no podía entrar en territorio español, ni siquiera para pernoctar".
IGLESIAS SE DESVINCULA
Desde el Gobierno no tienen conocimiento alguno de que Rodríguez tuviese intención de entrevistarse con el vicepresidente Pablo Iglesias, como han apuntado algunos medios de comunicación venezolanos. Es más, las fuentes consultadas aseguran que cada vez que se le ha preguntado por este tema el líder de Podemos niega cualquier relación con Rodríguez.
Y aseguran que nadie en la UE ha considerado que España haya incumplido las sanciones, por lo que no han pedido explicaciones adicionales al Gobierno sobre lo sucedido.
Así las cosas, el Ejecutivo de Pedro Sánchez no prevé quejarse formalmente al régimen de Maduro por haber forzado hasta tal límite la situación con la escala de Rodríguez porque, sostienen, "no hay caso".