“Juro dedicar mis esfuerzos al bien del pueblo alemán, trabajar en su provecho, apartar de él los percances, defender la Constitución y las leyes, cumplir cabalmente mis obligaciones y ser justa con todos. Con la ayuda de Dios”, dijo Merkel.
Con esta fórmula predeterminada, de la que únicamente se puede excluir la coletilla referente a Dios, Merkel tomó definitivamente posesión de su cargo, tras cumplimentar todos los trámites previos.
Merkel había recibido previamente las cartas credenciales del presidente federal.