En julio se firmaron 233.752 contratos en el ámbito de la hostelería, una cifra significativa pero que ni siquiera alcanza la mitad de los suscritos en 2019 (486.151), según los datos publicados por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
Una vez finalizado el estado de alarma, la contratación laboral continuó la tendencia alcista emprendida desde el mínimo de abril (673.176 contratos), con avances en mayo (850.653), junio (1.159.711) y julio (1.536.211).
Pese a este repunte, el número de contratos firmados en julio es todavía un 29,5 % inferior al del mismo mes de 2019 (2.179.617 contratos).
Este descenso en la contratación se observa en todos los sectores: la agricultura suma 167.922 contratos, un 18,1 % menos; la industria, 191.806 contratos, un 12,5 % menos; la construcción, 104.406 contratos, un 5,7 % menos, y los servicios, 1.071.988 contratos, un 34,8 % menos.
Los servicios reducen así en más de medio millón los contratos suscritos, con caídas en prácticamente todas las rúbricas, incluidas las actividades sanitarias, donde se firmaron 47.980 contratos, un 10,1 % menos.
Cuando se analizan los datos por comunidades autónomas, la caída de la contratación inicial en los servicios es especialmente intensa en las regiones más turísticas, en particular Canarias, donde cae un 54,8 %, y Baleares, con un descenso del 45,06 %, seguidas de Madrid (39,71 %) y Navarra (38,74 %).
Destaca por su volumen el desplome en la contratación hostelera, un sector muy ligado al turismo y especialmente golpeado por la pandemia, y que afecta tanto a los servicios de alojamiento (40.422 contratos, un 67 % menos) como a los de comidas y bebidas (193.330 contratos, un 47 % menos).
Además de la hostelería, también sufrieron importantes retrocesos las actividades artísticas (57,08 %), la educación (44,42 %), información y comunicaciones (35,5 %) o actividades profesionales, científicas y técnicas (35,46 %).
De forma más específica, destacan las caídas experimentadas por las agencias de viaje (87,58 %), el transporte aéreo (81,26 %), las actividades de creación artística (72,78 %), las actividades de juegos de azar (70,13 %), publicidad y estudios de mercado (62,91 %) o actividades de bibliotecas (62,14 %).
Como es habitual, nueve de cada diez contratos firmados en julio fueron temporales, un dato que aunque no es positivo indica una cierta recuperación de la normalidad, según indicaba la pasada semana el secretario de Estado de Empleo y Economía Social, Joaquín Pérez Rey.
Del total de contratos firmados, 291.168 tenían una duración inferior a siete días y algo más de medio millón, un tercio del total, no alcanzaba el mes.
Los contratos a jornada completa superaron ligeramente el millón (1.004.609), más comunes entre hombres (638.330) que entre mujeres (366.279), mientras que los 511.064 contratos a jornada parcial se concentraron entre las mujeres (299.366) más que en los hombres (211.698).
Los hombres suscribieron en julio 861.911 contratos, más que las mujeres (674.211), mientras que por edad los veinteañeros se hicieron con más de medio millón de contratos, un tercio del total.
Por nivel de estudios, un tercio de los contratados no contaban con estudios secundarios y menos del 10 % de quienes firmaron contratos habían terminado estudios universitarios.