El trabajo de un equipo de investigadores del Hospital Universitario Clínico San Cecilio de Granada ha sido reconocido como mejor artículo del año por la revista British Journal of Nutrition, considerada una de las más importantes en factor de impacto a nivel internacional en materia de nutrición.
El estudio realizado, que se ha prolongado a lo largo de una década, analiza la evolución de una cohorte de más de 400 bebés prematuros nacidos con bajo peso, menos de 1,5 kilos, a los que se les ha realizado un seguimiento hasta los cinco años, relacionando la ingesta de aporte calórico en la primera semana de vida y las posteriores secuelas neurológicas, según ha informado la Junta este lunes en una nota de prensa.
Así, según los datos obtenidos, los bebés que recibieron aportes calóricos más bajos durante los primeros siete días de vida, presentaban peor evolución neurológica. Concretamente, la investigación ha demostrado que la restricción de energía nutricional durante el período postnatal temprano se asocia con trastornos visuales y puede incluso triplicar el riesgo de parálisis cerebral infantil.
El responsable de neonatología del Hospital Clínico San Cecilio y uno de los autores del trabajo, el doctor José Uberos ha explicado que "los protocolos de nutrición han ido cambiando en los últimos diez años, hoy sabemos que deberíamos aportar 100 kilocalorías al día en la primera semana de vida para garantizar un crecimiento óptimo en un recién nacido de bajo peso, pero a menudo no se alcanza esa cantidad por diferentes circunstancias. Lo que hemos querido analizar con este estudio, en toda la serie histórica, es precisamente qué sucede en esos casos."
A tenor de los resultados, el riesgo de secuelas en algunos casos, ha sido hasta el doble en niños que recibieron menos proteínas en esos siete primeros días de vida, fundamentales para su desarrollo futuro. Ya que en ese corto espacio de tiempo se desarrollan gran parte de las conexiones neuronales y se establecen funciones que, a largo plazo, pueden ser irrecuperables.
En cuanto a secuelas neurológicas, se han tenido en cuenta indicadores como coeficiente mental, alteraciones conductuales, parálisis cerebral o déficit de atención. Estos hallazgos fortalecen la base de la evidencia científica sobre la importancia de la nutrición en los primeros años de vida para mantener una buena salud en los niños.
De igual modo, también se ha estudiado "cómo influye la nutrición que se aporta al feto durante el periodo de gestación en el nacimiento prematuro del bebé". Así, los resultados del estudio evidencian que los niños que nacieron prematuros con bajo peso para la edad gestacional, al ser analizados psicológicamente, entre los cuatro y los cinco años de edad, presentaban, de forma muy significativa, más trastornos conductuales en comparación con los trastornos de niños prematuros nacidos con peso adecuado.
En este sentido, ha subrayado el doctor Uberos, "es posible prever un mayor riesgo de trastornos cognitivos cuando se han producido restricciones nutricionales durante la gestación. Pero, esto no depende sólo de la dieta de la madre, sino también de la existencia de déficits calóricos por motivos tan diversos, como que una insuficiencia placentaria no proporcione al feto los nutrientes adecuados, o que se dé alguna patología materna (diabetes gestacional o hipertensión) u otro tipo de alteraciones de la placenta."
Además, en el estudio de investigación han participado como autores del trabajo, las doctoras Sara Jiménez, pediatra del Hospital Infanta Margarita de Cabra, en Córdoba; Irene Machado, neuropediatra; Carolina Laynez, neuropsicóloga; Elisabeth Fernández, neonatóloga; y Ana Campos, neonatóloga, todas ellas del Hospital Universitario Clínico San Cecilio del Granada.