La Audiencia de Granada ha condenado a dos años de prisión y a la obligación de someter a programas formativos de educación sexual a un joven de 23 años que abusó sexualmente de una chica de 17 años que conoció en un pub en un pueblo de Granada, tras lo que se separaron del grupo de amigos y se sentaron en un banco en el que se produjo la agresión.

El acusado ha aceptado esta pena como autor de un delito de abuso sexual con introducción de miembros corporales con la atenuante de reparación del daño, por el que no podrá acercarse a la víctima ni comunicarse por ella durante cuatro años, además de indemnizarle en 1.500 euros, según consta en una sentencia firma, a la que ha tenido acceso a Europa Press.

Los hechos se remontan a la madrugada del 6 de octubre de 2019, cuando el acusado se encontraba en compañía de unos amigos en un pub y conoció a la víctima, que en ese momento tenía 17 años.

Sobre las tres de la madrugada, tras salir del bar, el acusado y la víctima se marcharon a dar un paseo por la calle junto a otra pareja y se dirigieron los cuatro hacia la zona alta del municipio.

El acusado y la víctima se besaron durante el trayecto, y finalmente se apartaron del grupo y se quedaron a solas, sentados en un banco. En ese momento, el acusado, "con el propósito de satisfacer sus deseos sexuales, comenzó a tocar a la menor en las piernas, glúteos y zona vaginal por encima de la ropa, al tiempo que le preguntaba si quería seguir, a lo que ella respondió tajantemente que no, tratando de retirarse para que no la besara e intentando recuperar su móvil, que instantes antes le había cogido".

"Pese al expresado deseo en contra" de la joven, el acusado la posicionó de cara al banco y le agredió sexualmente, logrando ella apartarle al darle una patada; acto seguido, apareció la otra pareja por el fondo de la calle. Fue la madre de la víctima la que denunció los hechos esa misma mañana en el acuartelamiento de la Guardia Civil.

Durante el procedimiento, el acusado consignó 1.500 euros a fin de reparar los perjuicios morales ocasionados a la víctima y con carácter previo al juicio las partes llegaron a un acuerdo por el que el acusado aceptaba este relato de hechos y la correspondiente pena. El tribunal ha concedido al penado el beneficio de la suspensión de la pena de prisión por un plazo de dos años, sujeta al cumplimiento de la obligación de no delinquir durante dos años, así como al cumplimiento de las penas de prohibición de aproximación y comunicación con la víctima que le han sido impuestas.