Miembros de ETA abandonaron un coche con explosivos en la A-49 a la altura de la localidad onubense en dirección a la frontera de Portugal
La Justicia francesa dio este miércoles luz verde a la entrega a España del que fuera jefe militar de ETA Garikoitz Aspiazu Rubina, Txeroki, para ser juzgado por un coche cargado de explosivos que la banda abandonó en junio de 2007 en Ayamonte, en la autopista a Portugal.
La sala de instrucción del Tribunal de Apelación de París decidió la "entrega diferida" de Aspiazu Rubina (Bilbao, 1973), lo que significa que queda aplazada teóricamente hasta la finalización de su condena en Francia, lo que está programado para el 27 de agosto de 2032.
No obstante, la Audiencia Nacional de Madrid podría solicitar antes de eso su entrega temporal para juzgarlo, como ya lo ha hecho en otros casos.
Txeroki no estuvo presente este miércoles durante la lectura del dictamen por el presidente de la sala de instrucción, que recordó que en este sumario se le acusa de los delitos de pertenencia a banda armada y posesión de explosivos, ambos castigados con penas de entre ocho y doce años.
En la audiencia del 25 de octubre en que se examinó la euroorden emitida en su contra el 23 de junio de 2009 por la Audiencia Nacional, el exdirigente etarra se opuso a su entrega, al contrario que la Fiscalía, que consideró que se daban las condiciones.
Su imputación se refiere al abandono por miembros de la banda de un Ford Focus el 21 de junio de 2007 en la autopista A-49 a la altura de la localidad de Ayamonte en dirección a la frontera portuguesa.
En el interior había 46 paquetes con 80 kilos de explosivos y las investigaciones policiales encontraron indicios que relacionaron el automóvil con Txeroki, que formaba parte del aparato militar de ETA.
Las investigaciones que se llevaron a cabo tras este hallazgo a uno y otro lado de la frontera pusieron en evidencia que la banda terrorista había desplazado una parte de sus infraestructuras a Portugal para escapar a la presión policial que tenía en España y en Francia.
Aspiazu Rubina, que se encuentra entre rejas desde que fue detenido en 2008 en Francia, tiene numerosas cuentas pendientes con la Justicia española.
En junio pasado, la misma sala de instrucción del Tribunal de Apelación de París dio el visto bueno a cuatro euroórdenes, que se suman a otras tres aprobadas anteriormente por las que debería ser juzgado en España.