Al margen de estas tres zonas de producción, en el resto del caladero de la costa de Huelva sigue prohibida la extracción de coquina
La Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural ha abierto al marisqueo de la coquina las zonas de producción de Isla Canela, la Desembocadura del Piedras y Punta Umbría, en Huelva, tras desaparecer la presencia de la biotoxina DSP.
Según ha informado la Junta en una nota, la decisión se ha tomado una vez que los continuos análisis que realiza el Laboratorio de Control de Calidad de los Recursos Pesqueros de Cartaya, intensificados durante el fin de semana a raíz del nuevo cierre de los enclaves de Matalascañas y el espacio marítimo de Doñana del viernes por la presencia de la biotoxina DSP, hayan constatado la desaparición de la misma en estos tres puntos del litoral onubense y, como consecuencia de ello, la ausencia de riesgos para la salud por el consumo de bivalvos procedentes de estas aguas.
Al margen de estas tres zonas de producción, en el resto del caladero de la costa de Huelva sigue prohibida la extracción de coquina. En este sentido, la delegada territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Josefa González Bayo, ha aseverado que seguirán realizando "de forma permanente" la toma de muestras para que el sector pueda faenar también en el resto de aguas de la provincia "en cuanto se constate que no hay peligro alguno para la ciudadanía por la ingesta de coquinas".
"Ése es nuestro objetivo, que los mariscadores puedan retomar y desarrollar con normalidad cuanto antes su actividad profesional sin dejar de velar, porque también es nuestra obligación, por la salud pública", ha dicho la delegada.
González Bayo ha hecho estas declaraciones tras manifestar su sensibilidad con los problemas y las perjuicios económicos que ha ocasionado al sector marisquero este episodio de contaminación justo al término del periodo de la veda biológica de la coquina decretada por la Administración para el periodo que va desde el 20 de abril hasta el 18 de mayo, ante el que desde la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural "no hemos tenido más remedio que establecer el cierre de los caladeros".
La delegada ha recordado que estas medidas se enmarcan dentro del Programa de Control y Seguimiento de las Condiciones Sanitarias en las Zonas de Producción de moluscos bivalvos, gasterópodos y equinodermos del litoral andaluz, dirigido a la protección de la salud pública y a garantizar la calidad sanitaria de los productos pesqueros.
Un plan que, entre otras cosas, permite la adopción de medidas preventivas cuando se detectan valores superiores a los establecidos legalmente. Para ello, dispone de un complejo sistema de control sanitario que incluye permanentes muestreos tanto del agua como de los moluscos para comprobar si su ingestión es nociva para la salud.
La Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural hace hincapié también, en este sentido, en que el marisqueo sin licencia está prohibido en cualquier momento y conlleva una sanción de carácter 'grave', calificación que, en el caso de que la actividad se desarrolle en una zona de producción cerrada por motivos sanitarios, se eleva a 'muy grave'.
Así, las sanciones por el incumplimiento de estas prohibiciones pueden oscilar entre los 301 y los 60.000 euros para las personas que capturen moluscos bivalvos sin autorización (sanciones graves) y entre los 60.001 y los 300.000 euros para quienes desarrollen esta actividad en un caladero cerrado por la presencia de toxinas (sanción muy grave).