El asesino de la niña de 8 años y su padre en abril de 2013 en la vivienda en la que ambos residían en Almonte habría utilizado para dar muerte a sus víctimas un cuchillo de tipo fileteador, según evidencian los restos de sangres hallados en una toalla encontrada en un baño de la casa.
Esto se pone de manifiesto en un informe pericial encargado por la acusación particular que ejerce la familia del fallecido, la paterna de la menor, realizado por el perito Juan José Hellín Moro y presentado ante el Juzgado de Instrucción número 1 de La Palma del Condado (Huelva), al que ha tenido acceso Efe.
En dicho informe se analiza una toalla que aparece sobre el lavabo de uno de los baños de la vivienda con "una gran mancha de sangre", concluyendo que en la misma se limpió un cuchillo que podría haber sido el arma homicida.
Asimismo, a raíz del análisis de esta prueba, llevado a cabo en sede judicial, el perito determina que las medidas de ese cuchillo, son coincidentes con los aportados en el informe de la autopsia.
Concretamente, en este último se indicaba que las heridas fueron provocadas con una hoja cortante "con anchura creciente desde la punta hasta aproximadamente 2 centímetros de la misma, donde se mantiene constante en aproximadamente 1,6 centímetros y una longitud mínima estimada de 15 centímetros".
El perito por su parte establece unas medidas de unos dos centímetros de ancho por 17 de largo; añade además que su punta era puntiaguda y no redondeada, como la del cuchillo jamonero intervenido por la Guardia Civil durante las distintas inspecciones técnicas oculares que se realizaron.
Por tanto, a la vista de todos los indicios que aparecen en la toalla y de la autopsia, precisa el informe que el arma homicida podría ser un cuchillo de los usados profesionalmente en carnicería y/o pescaderías para filetear o deshuesar.
El único acusado hasta ahora por estos hechos es F.J.M.R., en prisión provisional desde hace un año y medio, que era la pareja de la madre de la menor cuando sucedieron los hechos.
