El alcalde de Jaén, José Enrique Fernández de Moya, ha justificado la adhesión del Ayuntamiento de la capital a la segunda fase del plan de pago a proveedores con el hecho de evitar huelgas de transporte y basura, pues, según ha indicado, "si no se le hubiera pagado a la empresa de recogida de basura, FCC, habría habido una huelga ‘salvaje’, toda vez que la deuda con la misma era del tipo descrito”.
Así lo ha destacado en rueda de prensa, explicando que con la nueva fase del plan, impulsado por el Gobierno de España, el Consistorio de la capital jienense se encuentra en una "encrucijada". Tal y como ha relatado, si no se hubiese hecho frente a los pagos permitidos en la primera fase, la ciudadanía hubiera tenido que prescindir de los mencionados servicios públicos de manera temporal.
Asimismo, el alcalde ha argumentado que "si una empresa presta un servicio, sus trabajadores demandan el pago de sus nóminas y el Ayuntamiento no paga, se produce huelga", la cual hubiese sido "salvaje porque salvaje era la deuda contraída". Además, ha aludido a que gracias a dicho pago "se han podido salvar miles de empleos de pymes y autónomos".
Igualmente, ha hecho referencia a la empresa de transporte urbano, Castillo, de la que ha indicado que a menudo plantea "amenazas de huelga por el impago de los salarios". "Si no hacemos frente al pago, hay huelga y, si se casan los dos ejemplos y el Ayuntamiento no se acoge al plan de pago a proveedores, la ciudad no puede garantizar la prestación de servicios públicos".
Imesapi
Fernández de Moya se refirió a la anterior concesionaria del mantenimiento de alumbrado público, semáforos y fuentes en Jaén, Imesapi, para advertir que "no va a tolerar infamias", pues "el actual equipo de gobierno pagó 25,2 millones de euros con cargo al plan de pago a proveedores y la empresa aguantó cuatro años sin que se produjeran pagos, pasando la deuda en 2007 de nueve millones a 25" y cuando cobró, dejó el servicio.
