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Jaén

“Jaén es la que debe escribir su historia”

Javier Márquez llama a los vecinos al “orgullo” de ciudad y a desterrar la “apatía”

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  • Tras ser investido -

"Yo no soy la noticia; la noticia la tengo delante de mis ojos”. Pasaban unos minutos de las siete y media de la tarde cuando Javier Márquez se dirigió a la ciudad como nuevo alcalde de Jaén, el séptimo en el periodo democrático. Y, consciente de que todos los focos estaban puestos sobre su persona, quiso desviar todo el protagonismo hacia un salón de plenos abarrotado de público y que ayer, por vez primera en muchos años, era reflejo de la lealtad y colaboración entre todas las instituciones públicas de Jaén y provincia. Allí, en las primeras filas, estaban sentados el presidente de la Diputación, el socialista Francisco Reyes, y la delegada del Gobierno de la Junta, Ana Cobo, que por primera vez ponían pie en el Consistorio tras la etapa de frialdad política con el anterior alcalde, José Enrique Fernández de Moya.
Y es que Javier Márquez se encargó mucho en su primer discurso de subrayar el nuevo tiempo político que quiere abrir en el Ayuntamiento jienense. Un tiempo alejado de cualquier confrontación política -recordó a su padre ya fallecido para encarnar los valores de la pluralidad y el respeto a otras ideas- donde se abran las puertas del Ayuntamiento -”me comprometo a colaborar con todas las instituciones”- y, sobre todo, donde crezca la autoestima de los jienenses: “Con el orgullo podemos llegar a todas partes, con la apatía, no”, remarcó en un discurso de poco más de 15 minutos que no leyó y que estuvo guiado por sus sentimientos.
Como estaba previsto, el hasta ayer concejal de Urbanismo, Francisco Javier Márquez Sánchez (Jaén, 1971) fue elegido alcalde de Jaén gracias a los 12 votos de su partido, el PP (que previamente había incorporado como nueva concejala a Yolanda Pedrosa), frente a los 9 obtenidos por el candidato socialista, Manuel Fernández, los tres de Manuel Montejo, de Jaén en Común, mientras que los tres ediles de Ciudadanos votaron en blanco.
Pasadas las siete y cuarto de la tarde juró su cargo y acto seguido recibió la medalla de la ciudad y, posteriormente, el bastón de mando de manos de su antecesor en el cargo, José Enrique Fernández de Moya, una deferencia de la edil Reyes Chamorro, que ayer presidió el Pleno y que, como recordó el secretario del Ayuntamiento, su escrito de renuncia a la alcaldía  (era la número 2 de la lista del PP) posibilitó la elección de Márquez. Tras el juramento, Márquez recibió los primeros aplausos  de los que llenaban el salón de Plenos: las primeras autoridades civiles y militares de Jaén;hasta cuatro exalcaldes jienenses -José María de la Torre, Alfonso Sánchez, Miguel Sánchez de Alcázar y el propio Fernández de Moya-; un buen número de exconcejales y dirigentes del PP, entre ellos Juanma Moreno, presidente regional; representantes de las asociaciones de vecinos; y una nutrida presencia de su familia, con su mujer y sus dos hijos, en primera fila.
Márquez sorprendió al público con un discurso nada al uso de los cánones políticos y con continuos guiños al orgullo de ser jienenses. “Jaén es la que debe escribir su historia, no van a venir de fuera a decir qué hacer”, indicó  antes de agradecer el amplio respaldo institucional recibido en su investidura.  Fue generoso con los alcaldes que le han precedido -”Jaén ha dado uno de los mayores saltos de su historia en los últimos 35 ó 40 años”- , pero, sobre todo, quiso sentar las bases para un proyecto colectivo de ciudad: “Espero la colaboración de los partidos políticos, con altura de miras, para elevar el debate político, la política no es un espectáculo”,
Sobre el futuro de su gobierno anticipó que “no habrá grandes cambios”  y que creará dos áreas nuevas que son una declaración de intenciones de sus prioridades: una sobre el casco antiguo -”tiene más futuro que nunca”- y otra sobre zonas productivas para darle la máxima rentabilidad a los suelos urbanizables. Y no pasó por alto las “oportunidades” que se abren con el nuevo PGOU del que él ha sido su principal artífice. Admitió, eso sí, que “la ciudad es una obra inacabada” y la situación de “quiebra” del Ayuntamiento. Al término del Pleno, la nueva Corporación se hizo la foto de familia en las escalinatas del Ayuntamiento mientras la Banda Municipal de Música interpretaba los himnos de Jaén, Andalucía y España.

Oposición

Los portavoces de los tres grupos políticos de la oposición tendieron la mano al nuevo alcalde. El primero en tomar la palabra, Manuel Montejo, de Jaén en Común, cargó contra la “huída” del anterior regidor, Fernández de Moya, de quien dijo que con su marcha a Madrid (como diputado) hace que “sea falso que ser alcalde es el mayor honor”. Montejo pidió “cambiar el talante ante la imposición de Madrid y de los poderes financieros” y apeló a la “responsabilidad de todos”.
Salud Anguita, de Ciudadanos, también dijo que es momento de que “los 27 ediles arrimemos el hombro” y le tendió la mano a Márquez “sin pedir ningún sillón y ninguna concejalía”. Mucho más profuso estuvo el portavoz del PSOE, Manuel Fernández, que se congratuló de la pluralidad en el salón de plenos, “un signo inequívoco de normalidad y lealtad institucional”. Fue un discurso conciliador que, al mismo tiempo, tenía mucha crítica hacia el anterior alcalde. Por eso se felicitó por desterrar “el gusto por la confrontación” y mostró la disposición de su grupo a ejercer una “oposición seria, leal y responsable”. Y, en sintonía con Márquez, también llamó a la “autoestima y la confianza” ciudadana.

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