Los vecinos del barrio de La Merced denuncian la “inseguridad” y el “miedo” que están sufriendo en los últimos meses ante los problemas que están originando algunos menores del centro ‘Carmen de Michelena’ en la zona.
“El casco antiguo no es el lugar más idóneo para un centro de estas características. Llevamos sufriendo esta situación desde hace más de dos años, pero en los últimos meses los problemas se han agravado considerablemente”, explica la presidenta de la Asociación ‘Unidos por La Merced’, Guadalupe Espinosa.
Los vecinos dan la cara y denuncian la actitud delictiva de los menores. “Ahora les ha dado por entrar a las viviendas y robar. Son casas de una planta, con ventanas bajas. Pegan un salto y acceden. Estamos sufriendo robos”, denuncian.
Igualmente, manifestaron que están “hartos” de las “continuas peleas entre bandas, al estar enfrentados marroquíes y argelinos” y de la “actitud violenta que manifiestan entre ellos”. Afirman que el eje entre ‘Obispo González’ y ‘Almendros Aguilar’ y la calle del centro, ‘Montero Moya’, son “propiedad de los menores”.
La plaza Torreón del Conde de Torralba se ha convertido en el punto de encuentro. La puerta de la cochera de Miguel Tello, vecino de La Merced, es donde se reúnen. “Mi hija tiene miedo a dejar el coche. Tengo que bajar con ella y hay días que prefiere dejarlo en la calle por no acceder a esa zona”, reconoce el vecino.
Es una plaza donde, según los residentes, algunos menores se drogan. “Se ponen bolsas en la cabeza para esnifar pegamento y se vuelven locos”, aseguran. Alrededor de 500 vecinos se ven afectados. “Estamos asustados. Todos los vecinos tienen miedo. Hay mayores que no salen de la casa ni a comprar por temor a sufrir tirones. No queremos que nuestros pequeños vean este ambiente”, aclaran.
Se refirieron igualmente a la convivencia dentro del centro, recordando la problemática de los educadores, con situaciones de hacinamiento, robos, agresiones y motines. “Han llegado a dormir cuarenta menores en el centro, con colchones en el comedor. Cogen herramientas y hacen agujeros en las paredes. Cuando el educador les riñe, se enfrenta a ellos provocándoles”, lamentan.
Los vecinos prepararán movilizaciones para salir a la calle semanalmente, para exigir respuesta de las administraciones, a las que le piden otro uso para ese centro. “En un principio se propuso como Colegio Mayor”, recuerda Isabel Marcos.
Por otra parte, señalan la “injusticia” que supone para los menores del barrio. “Damos meriendas solidarias a muchos niños del barrio. Es una injusticia muy grande que esos menores tengan lujos como los móviles que usan, y no es racismo. Estamos manteniendo un centro que lo único que hace es perjudicarnos”, terminan.
Situación de los trabajadores
En febrero de este año los trabajadores del centro de menores ‘Carmen de Michelena’ de la capital se concentraron ante las puertas de las instalaciones para denunciar un día a día laboral marcado por el “miedo a las agresiones de algunos menores”. Entonces, hicieron público que las agresiones eran continuas y las vejaciones y robos, prácticamente a diario. El centro, abierto desde el año 2000, cuenta con una plantilla de diez educadores y once monitores. Con un total de 24 plazas, los trabajadores denunciaron hacinamiento y la falta de recursos para atender a niños con todo tipo de problemas (psíquicos, discapacidades, dependencia a las drogas y actitud agresiva). En los últimos meses se han repetido los altercados.