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Jaén

“La música siempre está en mi cabeza y no puedo dejar de crear”

La cantante y compositor Sole Candela (Jaén, 1962) es una de las voces del espectáculo ‘Jaenia. El folklore del paraíso’

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  • Sole Candela. -

La música siempre ronda en su cabeza y las letras le salen de dentro y con facilidad, naciendo de ella canciones con un mensaje desnudo e íntimo, llenas de sentimientos y vivencias, que emocionan al público que la escucha y la desgarran a ella.

Sole Candela (Jaén, 1962) es compositora y cantante, una de las voces femeninas de la capital con más personalidad y experiencia. Siendo una niña, tarareaba canciones cuando aún no hablaba, y empezó a componer desde bien pequeña, fruto de su amor a la Literatura, algo que le viene de familia.  

Escribe canciones y crea sus melodías sin ser la tradicional cantautora, pues sus temas están arropados por grupos y bandas y, desde la década de los ochenta, por la guitarra de Sitoh Ortega, formando junto a él uno de los dúos musicales más sólidos de la ciudad. “Nos conocemos desde parvulitos”, dice entre risas; y desde que en la década de los noventa ganaran el certamen Canción de Autor, no han parado de crear juntos. “Las letras y canciones se nos caen a borbotones. Nos salen de dentro. No puedo dejar de escribir y hacer canciones. Se las canto y él busca el sonido. Él es más productor”, confirma.

Con él se ha atrevido a cantar la poesía de Miguel Hernández, con el espectáculo ‘Tierra callada’. “Cuando estudié su obra quedé impactada. Leía sus poemas y me salían como si ya tuvieran la música. Me acerqué a su obra con respeto y las canciones surgieron de forma fluida”, reconoce.

Su voz también ha sonado a funky, jazz y soul durante diecisiete años con la Oven Vicent Band; también en Adiction Jazz, durante dos años; y hoy es una de las tres voces del espectáculo ‘Jaenia. El folklore del paraíso’, que se representará este domingo en Torredelcampo y que, en julio, llegará al Festival ‘Etnosur’, en Alcalá la Real.

Es una cantante intimista, que expresa sensaciones y vivencias, a veces con letras sofisticadas, como si de una novela cantada se tratara; pero también con temas impresionistas, yendo al concepto y dejándose llevar por las sensaciones.  

En ese momento se encuentra actualmente, cuando hace canciones con un mensaje “claro”, que suene “limpio, desnudo e íntimo”. Dice: “Siempre tengo música en la cabeza. Aúno palabras y música y, de repente, me sale una canción”. Sus letras idealizan la realidad, también la de una ciudad, Jaén, a la que ama, pero a la que ve “triste”, con “una gran decadencia”. Dice: “Jaén es una ciudad que siempre aborta los proyectos culturales. Aplaudimos primero lo que viene de fuera y menos lo que se hace en Jaén. Aquí hay gente con mucho talento y hay individualidades para quitarse el sombrero, pero también gente apática, que no quiere enterarse de lo que pasa”.

A ella Jaén la ha tratado bien, porque hace lo que le gusta y lo disfruta, sin vivir de ello. “Si quieres dedicarte profesionalmente a la música tienes que salir de Jaén”, espeta, a la vez que ‘suspende’ el apoyo a la cultura por parte de las Administraciones, reconociendo una leve mejoría en los últimos tiempos, aún no suficiente. “A los artistas locales hay que apoyarlos más. Hay que abrirles más puertas”, reivindica.

En su día a día no puede dejar de crear y reconoce que siempre que llega un proyecto que le gusta, se suma, siempre que provenga de “gente bonita”, de la que le gusta rodearse. Con una carrera musical extensa y constante, prefiere el trabajo de estudio que el de exposición al público. “Cuando ya no puedo más, busco un escenario para mostrar las canciones”, reconoce, siempre salas o pequeños espacios cerrados y con encanto, como el de la sala templada del Centro Cultural Baños Árabes, donde considera que ha sido “un lujo” cantar.

Ante el público quiere dar siempre lo mejor, siendo demasiado exigente y una inconformista. “Busco la perfección y eso no existe”, admite. Pero sí consigue que el público conecte con ella, incluso que llore cuando con sus canciones expresan dolor. “Con mis letras desgarradas provoco en el público esa emoción. Conecta conmigo cuando expreso lo más doloroso”, afirma.

Defiende que “con la música se entiende mejor todo en esta sociedad” y para ella ha sido “un ingrediente” en su vida que la ha equilibrado “emocionalmente”.  

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