El problema derivado del deterioro de la estructura del edificio María Cristina tiene los días contados. El Ayuntamiento ha llegado a un acuerdo con las partes implicadas, y la pasada semana comenzaron los trabajos para la reestructuración de la fachada. Ello supondrá que un plazo aproximado de 45 días, la prolongación de la avenida Blas Infante, que ha permanecido cortada al tráfico desde el pasado 22 de junio por la colocación de andamios de sujeción de la estructura, pueda reabrirse al tráfico.
Así lo manifestó ayer a este diario el delegado de Urbanismo del Ayuntamiento, Diego Sánchez Rull, que reconoció que “la ciudad ha sufrido mucho” por el mencionado corte de tráfico, pero que “no es menos cierto que era difícil otra solución”. El acuerdo alcanzado supone que “cada una de las partes implicadas asumirá una parte de la culpa”. Así, la mayor parte de la reconstrucción de la fachada del edificio, que representa un presupuesto de 600.000 euros, lo va a asumir la empresa constructora (Corsán Corvial). Otra parte la va a asumir el seguro de arquitecto que diseñó el edificio y Somixur (participada por el Ayuntamiento y Aldia) va a asumir una cantidad que oscila entre el 10 y el 15%.
La negociación, que ha sido llevada a cabo por el administrador concursal de Somixur, Pedro Pablo Cañada, no ha llegado a un acuerdo con la aseguradora de los arquitectos técnicos, por lo que será la constructora la que asuma esta parte de los trabajos, lo que después se solucionará en los juzgados.
Sánchez Rull expresó ayer su satisfacción por el acuerdo alcanzado entre las partes, ya que, a su juicio, “era difícil otra solución. Se trataba de un litigio entre cuatro partes, que son la empresa constructora, la promotora, los arquitectos y los arquitectos técnicos que participaron en la obra, y un litigio en el juzgado de lo Civil nos hubiera llevado años para solucionarlo”.
Igualmente, el delegado de Urbanismo recordó que “la Ley de Explotación Urbanística de Andalucía dice que son los propietarios de los inmuebles los responsables inmediatos de atender cualquier anomalía que se produjese en el mantenimiento del edificio”. Sin embargo, hizo hincapié en que “tampoco queríamos que los vecinos se gastasen 600.000 euros en la reparación del edificio. Por lo tanto, lo que se ha buscado es un acuerdo tangencial, que se consiguió la semana pasada, y esperamos que en aproximadamente 45 días, la avenida quede abierta”.
Obras
Los trabajos para la reparación de la fachada del edificio comenzaron la pasada semana. En primer lugar, se está llevando a cabo el desmontaje de la fachada, un proceso que se está teniendo que llevar a cabo de forma manual. Los operarios ya han dado los primeros pasos, y se puede observar la presencia de un canalón para el desalojo de los escombros. Pese a la consecución de un acuerdo que ha impulsado el inicio de las obras, lo cierto es que estas también se están viendo interrumpidas en los últimos días por el fuerte temporal de lluvia y viento, que está complicando mucho los trabajos.
De cualquier forma, supone el principio de la solución de un conflicto que viene arrastrando desde el pasado mes de junio, cuando se produjo el derrumbamiento de parte de la fachada del inmueble, el cual se tuvo que andamiar para evitar mayores complicaciones.
La situación, que se fue prologando a lo largo de los últimos meses, fue creando el malestar de los vecinos, que comenzaron a plantear la posibilidad de llevar el litigio a los juzgados, una vía que fue rechazada por el delegado de Urbanismo, Diego Sánchez Rull, que entendía que habría dilatado el problema de los vecinos en el tiempo.
Los acuerdos alcanzados en las últimas fechas fueron prorrogándose, debido fundamentalmente a los escollos que planteaba la aseguradora de los arquitectos técnicos para asumir parte del coste del inicio de las obras.
Esta situación se solventó finalmente en los acuerdos alcanzados entre las partes la pasada semana, cuando se obvió el papel que deberá asumir dicha aseguradora, trasladando dicho extremo a los trámites judiciales.
De esta forma, se ha podido producir el feliz inicio de las obras, una actuación que prevé el desmontaje de la fachada y la reapertura de la carretera al tráfico en un plazo de 45 días.