Enrique Ponce cuaja una faena de maestro del toreo

Publicado: 21/06/2010
El diestro valenciano salvó la tarde con una gran faena en su regreso a la Feria Real en el 20 aniversario de su alternativa. Cortó dos orejas y salió a hombros por la Puerta de Feria
Con algo más que media entrada se celebró la primera corrida de abono de Las Palomas, siendo presidida por Andrés Cerrillo, y asesorado taurinamente por Conrado Gil Belmonte, lidiándose cinco reses de Santiago Domeq, con desigual presentación y juego, siendo pitados los dos primeros y ovacionado el cuarto. En sexto lugar, se lidió un torito de Ana María Bohórquez, descastado y justo de todo, como otros de Domeq.

Daniel Luque hizo el paseíllo desmonterado al debutar en Las Palomas como matador de toros. A Enrique Ponce le fueron entregadas por parte del alcalde de Algeciras una placa en reconocimiento a sus 20 años de alternativa. La Espaldina, empresa taurina de Las Palomas, le entregó otra y la peña de abonados del coso le entregó un pergamino.

Festejos
Enrique Ponce abrió plaza y Feria con Delincuente, número 94, al que toreó a la verónica con aroma, ganándole terrenos, con mucha suavidad. Lo puso al caballo, flojeando el toro. La cuadrilla cumplió en banderillas, pero el toro le avisaba por el pitón derecho. Con la muleta, comenzó a media altura, ayudando al toro, pero en un muletazo de la segunda tanda, fue cogido, metiendo el pitón feamente por las inmediaciones de la axila derecha, continuando la lidia, sin arrugarse, y demostrando el por qué es un figurón del toreo, descarándose con él, dándole los pechos, llegando a los tendidos. Recibió dos avisos y falló con los aceros, saludando desde el tercio.

En su segundo, de nombre Misionero, número 126, salió con mucho brío de los chiqueros, flojeando tras varios lances que le enjaretó el maestro. Recibió un puyazo y se cambió el tercio, doliéndose después en el tercio de banderillas. La faena de muleta se la brindó solemnemente al público de Las Palomas, y la comenzó flexionando las rodillas muy artísticamente. Continuó con la derecha a media altura, con suavidad, temple, para cuidar al toro entre algodones, sin atosigarle y sin obligarle, porque carecía de fuerza motriz, aunque era noble y, aunque quería, no podía. Pero ahí estuvo la savia del maestro, que salvó la tarde componiendo una sinfonía de toreo como si estuviera haciéndolo en el salón de su casa. Cerrillo tuvo poca sensibilidad al mandarle un aviso cuando el maestro se disponía a coger la espada, con la que finiquitó al de Domeq, siéndole concedidas con muchísima fuerza las dos orejas, saliendo a hombros por la puerta de Feria y convirtiéndose en el triunfador por méritos propios de la tarde.

David Fandila El Fandi, a su primero, lidiado en segundo lugar, de nombre Listillo, y marcado con el número 64, de 527 kilos, lo recibió con dos largas cambiadas, toreándolo posteriormente muy variado con el capote. Lo puso al caballo por chicuelinas al paso y recibió un puyazo casi desmontando al picador, al intentar quitarse el palo. Le hizo un quite por chicuelinas, siendo aplaudido y cambiando el tercio. En el tercio de banderillas estuvo muy bien, siendo ovacionado. La faena de muleta la brindó al público y comenzó pegado a las tablas a media altura, sacándolo al tercio, donde comenzó una tanda sin que trasmitiera al toro por el pitón derecho, ni tampoco por el izquierdo, faltándole motor, casta y raza. Acabó con él tras pinchazo y estocada y dos descabellos, saludando desde el tercio.

En su segundo, lidiado en quinto lugar, número 62, de nombre Portentoso, lo lanceó cerca de las tablas, quedándosele debajo y a punto estuvo de darle un susto. En banderillas, de nuevo demostró sus facultades físicas, colocando tres pares, dos de poder a poder, corriendo para atrás, y una al violín, pidiéndole el público un cuarto par, clavándolo alto y siendo muy ovacionado. La faena de muleta se la brindó al público y la comenzó de rodillas, cercano a tablas. Pero, en el tercer muletazo, el toro dio una voltereta, acusándolo luego durante la faena de muleta. El Fandi prosiguió toreándolo en el tendido sexto del Sol, pidiendo ese público que sonara la música. Y el pasodoble de Manolete entonó algo al toro, dando dos buenas tandas el granadino, arrancándole tras aviso, estocada y dos descabellos la oreja.

Daniel Luque debutó en Las Palomas con su primero, lidiado en tercer lugar, de nombre Melodioso, marcado con el 111, el que flojeaba de los cuartos traseros. En el tercio de varas recibió un fuerte puyazo, siendo protestado por los espectadores, al flojear el toro. Posteriormente, para probarlo, le hizo un quite a pies juntos y cambió el tercio. La cuadrilla cumplió en banderillas. La faena de muleta se la brindó al público y comenzó a media altura, siendo lo mejor un trincherazo de cartel de toros. Posteriormente, le enjaretó buenas tandas, sonando la música, cambiándose a la izquierda, sacándole algunos naturales buenos. Después, acortó distancias y se metió en los pitones, llegando a los tendidos, rajándose el toro y, tras estocada trasera, le concedieron una oreja.

Cerró plaza con el 188, Artillero de nombre, de la ganadería de Ana María Bohórquez, al que le faltaba munición y pólvora, porque estaba el torito escasito de todo. Recibió poco castigo en el tercio de varas y se cambió el tercio. En la faena de muleta, Daniel Luque fue de menos a más, llegando a los tendidos, perdiendo la oreja al fallar con los aceros.

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