Si bien el proyecto está siendo dirigido por el Ministerio español de Obras públicas, la franja de terreno destinada a la construcción anexa a la valla fronteriza es de titularidad municipal.
Diversas fuentes a uno y otro lado de la frontera, todos los cuales hablaron bajo condición de anonimato para el diario del Peñón Gibraltar Chronicle, señalaron que La Línea se había negado hasta ahora a permitir que la construcción procediera.
Añadieron que la cuestión se había complicado aún más por la controversia sobre la tasa de congestión.
El alcalde de La Línea, Alejandro Sánchez, ha mantenido conversaciones con el Ministerio sobre los términos de la renuncia a la propiedad para que el proyecto siguiera adelante. Pero esas conversaciones se han suspendido tras el cara a cara por el peaje.
Dos fuentes coincidieron en que los problemas de liquidez de La Línea llevaron a que el alcalde aumentara la presión sobre el gobierno del PSOE en Madrid.
Añadieron que Sánchez “estaba utilizando tanto el peaje y como el terreno del aeropuerto, como palanca en una estrategia más amplia para recuperar una situación económica especial para su ciudad financiera en ruinas, que cuenta con 10.000 desempleados y sin fuentes de ingresos públicos”.
“Cualquiera que sea la razón, lo que está claro es que está obstaculizando el proyecto, a pesar de que la terminal generaría ingresos significativos y empleo para La Línea”, manifestó una de las fuentes.
En caso de no encontrarse una solución a esta problemática, la legislación española permite que el Estado lleve a cabo una "expropiación forzosa" del terreno para propósitos sociales o económicos. La Línea, en otras palabras, tendría que entregar la titularidad del terreno. Sin embargo, está opción aún no está sobre la mesa.
En el pasado Sánchez había defendido el proyecto del aeropuerto como motor para el futuro económico de La Línea. Se refirió a ella como “la terminal norte del aeropuerto de Gibraltar”.
AENA ya ha completado los planes de la terminal y todo está listo para proceder con el proyecto. Todo, menos la autorización administrativa para utilizar los terrenos.