La intención municipal de dividir la antigua concesión en tres ya fue adelantada en VIVA CAMPO DE GIBRALTAR por el propio concejal el pasado 27 de octubre. Entonces, sólo se vislumbraba como una posibilidad, en el caso de no funcionar las negociaciones con la empresa. En aquellas conversaciones, el Ayuntamiento negociaba la reducción de un 20 por ciento de la concesión, que era inicialmente de 1,6 millones de euros al año, y la cual estaba en vigor hasta 2017.
Días antes, las 63 integrantes de la plantilla de FCC habían protagonizado una huelga por el impago de salarios atrasados, que concluyó cuando la empresa prometió a las trabajadoras el abono de los sueldos hasta el 30 de noviembre, momento en que tenían previsto abandonar la concesión de los servicios de limpieza.