Esta visita supone la escenificación del cambio de tendencia que han sufrido las relaciones entre las administraciones linense y gibraltareña. El último tramo del mandato anterior estuvo presidido por los fuertes encontronazos entre Caruana y el entonces alcalde, el popular Alejandro Sánchez.
A las denuncias cruzadas por los rellenos o los vertidos se sumó el intento de Sánchez de instaurar un peaje para los visitantes al Peñón. Este gesto generó una amplia tensión en ambas partes de la frontera, que no se solventó hasta el cambio de Gobierno tras los resultados de las elecciones municipales del pasado 22 de mayo.
El nuevo equipo de Gobierno de Gemma Araujo optó por derruir los trabajos previos para la colocación de peajes y tendió la mano a su vecino gibraltareño, una postura que fue respondida amistosamente desde el Peñón. Este encuentro se enmarca pues en el proceso de normalización de relaciones.
Por su parte, IU mostró ayer a Araujo su respaldo “a toda iniciativa que sirva para abrir y ampliar canales de diálogo con la vecina ciudad, sobre todo si se mantienen ‐como es el caso‐ con la suficiente transparencia”.
Además, la federación de izquierdas valora de forma positiva “el que haya previsto que, al finalizar su entrevista, podamos mantener todos los portavoces de la corporación‐ un breve encuentro”.
Finalmente, IU insta a ambas partes a que incluyan en su agenda de asuntos a abordar cuestiones como la legislación laboral, mecanismos de comunicación y el favorecimiento del contacto entre asociaciones de ambos lados.