Un total de 2.115 personas de las casi 12.000 que recurrieron a los programas de intervención de sus centros de salud del distrito sanitario Jerez-Costa Noroeste para dejar de fumar abandonaron este hábito el pasado año. Según los datos de la Delegación provincial de Salud que se desprenden del Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía (PITA), puesto en marcha en 2006, tras la primera toma de contacto con los sanitarios al pasar por consulta, 1.075 se decidieron por acudir a terapias avanzadas de manera grupal por las tardes, mientras que 1.575 se decantaron por las individuales. A diferencia de la básica, que puede conllevar a que un fumador decida tomar medidas por su cuenta, la avanzada, implica que el paciente decide abandonar este hábito con ayuda de los profesionales médicos. Ya sea por cuestiones de salud o por una motivación económica, en este último caso su centro pone a su disposición un plan de programas que incluye una terapia psicológica que se combina con la farmacológica a través de medicinas con y sin nicotina en función del grado de dependencia. Para ello, cuenta con cuatro sesiones semanales de 60 a 90 minutos tras las que pondrán una fecha para dejarlo.
Una vez finalizado estos talleres, el SAS ofrece a estos usuarios un seguimiento que se prolongará durante un año y con especial atención a los seis primeros meses, al ser el periodo etapa más proclive a una posible recaída. Hasta que no hayan transcurrido estos doce meses, no se les podrá considerar exfumadores, como señala Josefa Rojas, responsable del PITA en el distrito sanitario de Jerez-Costa Noroeste. Aunque la tendencia se mantiene respecto al año pasado, los datos han disminuido ligeramente en relación a 2011, ya que fueron casi 2.500 las personas que dieron plantón al tabaco, frente a los 2.115 de este año. No obstante, también hay que destacar que en 2012 se incrementaron las intervenciones básicas en medio millar de usuarios. En este sentido, en estos momentos, unos 4.503 fumadores son objeto de este seguimiento para decir adiós a los cigarrillos de una vez por todas. En lo que respecta a la provincia, un total de 119.876 gaditanos han participado en programas de deshabituación tabáquica en sus centros de salud; 109.875 en el ámbito básico y 10.001 en el avanzado.
Como resaltan desde el SAS, el tabaquismo es la primera causa prevenible de muerte, por la que fallecen cada año en Andalucía unas 10.000 personas de forma directa (56.000 en España) y 600 como consecuencia de la exposición al humo ambiental de tabaco (3.000 a nivel nacional). Además, tiene importantes efectos negativos sobre la salud, siendo responsable de una gran proporción de los tumores de boca y pulmón, y de las enfermedades cardiopulmonares y respiratorias.
Ayudar a las personas fumadoras que lo deseen a dejar de serlo, prevenir la adquisición de este hábito desde edades tempranas y reducir el consumo de tabaco entre las profesiones consideradas modélicas (educadores y sanitarios) y aquellos colectivos donde la incidencia del tabaquismo es más elevada (personas privadas de libertad y con enfermedad mental, entre otras), son áreas en las que trabaja el Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, habilitado hace siete años, a través de la puesta en marcha de recursos y la elaboración de estudios específicos para abordar cada situación con una metodología específica y adaptada a sus características concretas. En virtud de esta iniciativa, todos los centros de salud y consultorios ofrecen intervención básica y consejo sanitario para dejar de fumar.
recursos antitabaquismo
Así, mientras aquellas personas que requieren de recursos más específicos tienen a su disposición los servicios de intervención avanzada individual y grupal, que en el caso de la provincia de Cádiz se encuentran disponibles en 67 centros y en 36 unidades de Gestión Clínica respectivamente, el100% de la provincia cuentan con referentes del programa de atención al tabaquismo. De hecho, actualmente hay 655 referentes en los centros sanitarios de Andalucía, de los que 101 corresponden a Cádiz. Estos programas requieren de la presencia física de la persona fumadora en el centro y, por ende, de un desplazamiento. Es por ello que, en 2007, la Junta también puso en marcha la ’Quit Line’, un servicio gratuito de deshabituación tabáquica por teléfono, que se adapta a la ciudadanía y que le acerca este recurso sin necesidad de desplazamientos.
La extensión de los recursos de deshabituación tabáquica en los centros sanitarios y la puesta en marcha de la Quit Line, accesible a través del teléfono de información sobre el tabaco (900 850 300) o desde Salud Responde (902 505 060), ambos accesibles 24 horas al día, los 365 días del año, se completan con el espacio específico de recursos ante el tabaquismo, en la web de Salud (www.juntadeandalucia.es/salud/tabaquismo).
Especialmente pensada está la La Quit Line para acercar las técnicas para dejar de fumar a personas que no pueden asistir presencialmente a ninguno de estos programas, como taxistas, camareros o camioneros y que por falta de tiempo o distancia lo tienen más complicado. Desde el verano de 2007, cuando se activó, y hasta noviembre de 2012, un total de 6.501 ciudadanos se han puesto en contacto con la Quit Line para dejar el tabaco. Este recurso favorece una terapia personalizada a través del teléfono y el con seguimiento periódico de un técnico especialista en deshabituación. Del total de llamadas, 576 han sido atendidas este año. El grupo de edad que más llama es el de 25 a 44 años y la proporción de uso por sexos es equitativa (50,77% hombres y 49,22% mujeres).
La crisis desata el ‘boom’ del tabaco de liar
La crisis ha desatado el “boom” del tabaco de liar al ser mucho más económico. Si pasarse a esta práctica era antes cosa de jóvenes, ahora son muchos los adultos y personas de edad avanzada que recurren a esta modalidad, y que después de medio año ya lo van notando. Es el caso de Lucía y Javier, que a sus más de 50 años este verano decidieron seguir los consejos de unos amigos de sus hijos y probar. Desde entonces, una vez con los artilugios necesarios en casa, entre el tabaco, la máquina de liar y los tubos, el ahorro ha sido considerable, y al tener que “fabricar” su propio cigarro también aseguran que no sólo el gasto se ha reducido sino que ahora además fuman menos. “Estamos ahorrando más de un euro al día y hasta el olor es menos intenso”, señala. Por otra parte, la subida de los precios de las cajetillas (se aproximan a los cinco euros) también ha disparado la venta de tabaco de contrabando, que se puede adquirir por poco más de dos euros.