El secretario general de ADICAE en Andalucía remarca que van a seguir su protesta en contra de los abusos de las entidades bancarias hasta lograr una solución para los usuarios. A su juicio, la pesadilla de las participaciones preferentes está cerca de pasar a la historia como uno de los episodios que más ha convulsionado a los pequeños ahorradores españoles en tiempos de crisis.
—¿Cuándo comenzaron a ser un problema las participaciones preferentes?
—Las participaciones preferentes llevan comercializándose en España desde hace muchos años porque era una manera de captar capital que tenían las entidades financieras. El problema estalla a finales de 2011 cuando la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) envía una resolución, dirigida a estas entidades, advirtiendo del mal uso que se estaba haciendo de este producto. La CNMV detectó que había un gran volumen de participaciones preferentes en el mercado y que este producto no siempre estaba en manos del verdadero público al que va dirigido. Muchos preferentistas se dieron cuenta de que en lugar de tener un plazo fijo, tenían otro tipo de producto contratado, y que si querían recuperar su dinero tenían que acudir a un mercado secundario, lo que conlleva unas pérdidas de entre el 30 y el 40 por ciento, sin que nadie le hubiese advertido de esto. Este mercado secundario es bilateral, opaco, en el que cuesta trabajo colocar este tipo de productos. Es decir que el dinero cotiza a un 30 por ciento menos, y encima puedes recuperar ni el 80 por ciento de lo invertido porque nadie lo va a querer comprar.
—¿Es decir que era un producto diseñado especialmente para inversores profesionales y no para ahorradores conservadores?
—Efectivamente. Tanto las preferentes como las deudas subordinadas son productos de alto riesgo destinados a inversores profesionales que saben realmente dónde están metiendo su dinero buscando el máximo beneficio y siendo plenamente conscientes del riesgo que corren.
—¿Qué le parece los canjes que se están ofreciendo como solución al problema de las preferentes?
—En general, los canjes que se han comercializado han sido perjudiciales para los ahorradores porque en ningún momento se ha ofrecido un producto sin riesgo. Es decir, encima de que han colocado un producto con alto riesgo en el mercado lo quieren canjear por otro producto también de riesgo que otorga beneficios a la entidad bancaria. Es decir, las preferentes han sido canjeadas por acciones que lo único que cambian es la fecha de vencimiento. Muchos han aceptado por las presiones que han ejercido las entidades al asegurarles que si no se canjean no se sabe lo que iba a pasar con el dinero que habían invertido.
—¿Cuál es la recomendación de Adicae para las afectados?
—Lo primero que deben hacer es acudir a una asociación representativa de consumidores como Adicae para ver qué producto han contratado y estudiar el contrato. A partir de ahí el afectado tiene varias vías para intentar recuperar su dinero. Por un lado, la extrajudicial, a través de una reclamación en la entidad, algo que no suele dar fruto. Acto seguido habría que acudir a la CNMV para comunicarle que ha habido un problema de transparencia. Y, en segundo lugar, la vía judicial. En Adicae siempre hacemos demandas agrupadas porque creemos que es el camino para defender a los consumidores. La justicia así nos lo permite y entendemos que es la mejor opción para luchar contra los engaños.
—Según la CNMV en Andalucía hay 300.000 afectados y sólo un 1% ha conseguido recuperar la inversión en todo este tiempo, ¿Adicae refrenda estos datos?
—Los datos exactos no los podemos tener porque los únicos que disponen de ellos son las entidades bancarias y lógicamente no quieren hacerlos públicos. No obstante, la cifra que nosotros manejamos es más o menos ésa.Tampoco podemos decir con exactitud cuántas personas han recuperado su dinero. Lo que sí puedo asegurar es que nosotros hemos llegado a un acuerdo con CaixaBank para solucionar este problema sin necesidad de llegar a juicio. Casi todos nuestros asociados lo han solucionado y los que no están en vías de hacerlo. Pero claro, también nos encontramos con el problema de entidades que no tienen ningún tipo de acuerdo con Adicae como pueden ser las que están nacionalizadas. Hay que decir que el Gobierno no está haciendo absolutamente nada para obligar a los bancos a devolver el dinero que han defraudado.
—¿Hay alguna estimación de cuántos afectados puede haber en la provincia de Cádiz?
—La cifra exacta es imposible, pero estimamos que pueden ser en torno a 10.000 los damnificados. Afortunadamente en Cádiz, Sevilla, Huelva y Málaga opera mayoritariamente CaixaBank y se han podido solucionar muchos problemas. Otros como BBVA, Novacaixagalicia, Catalunya Bank y Bankia ponen muchos impedimentos.
—Muchos afectados aseguran que cayeron en la trampa por la confianza que tenían con los directores y empleados de las oficinas de toda la vida. ¿Usted cree que los trabajadores sabían lo que tenían entre manos o que simplemente seguían indicaciones por las presiones que recibían por los mandos superiores de la entidad?
—La CNMV ha emitido un informe sobre Bankia en el que se refleja que los directores estaban sometidos a presiones. También hay sindicatos que lo han refrendado. Pero no tengo más información al respecto.
—El despacho Ortiz Abogados ha presentado ante la Fiscalía provincial y al fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía una recopilación de casos donde se pone de manifiesto que los test de conveniencia estaban cumplimentados por defecto, ¿cree que puede ser beneficioso para todos los demás casos si se demuestra que se trata de una manera fraudulenta de proceder?
—Las entidades bancarias comercializaban el producto como si fuera un plazo fijo, pero en realidad era de riesgo y como tal tenía que cumplir la directiva Mifid que exige, entre otras cosas, rellener un cuestionario con las características del cliente como inversor para garantizar que dicho producto se adecúa a la persona que lo quiere contratar. Evidentemente es difícil de creer cuando lo que tenemos delante es a un señor de 70 años, sin apenas estudios, que nunca ha contratado un producto de riesgo. Dicho esto, Adicae entiende que todo lo que se haga a través de la Fiscalía para que se le devuelva el dinero a los afectados es positivo. Vamos tarde en este sentido, pero es positivo. Si esto se investiga, y se comprueba que ha sido así, puede servir como prueba más de que el engaño ha sido manifiesto.
—En un momento en el que los ahorradores temen por su dinero, ¿Dónde aconsejaría invertir? ¿En qué productos?
—Nosotros entendemos que para ese tipo de ahorrador lo mejor es un plazo fijo. Los depósitos están garantizados por el Fondo de Garantía hasta los 100.000 euros, pero cuidado también porque hay entidades bancarias que utilizan la palabra “depósito” y no es el tradicional que nos imaginamos y también tiene un riesgo. Si no queremos arriesgarnos a nada hay que asegurarse de que contratamos un depósito tradicional. Nosotros recomendamos a los usuarios que consulten en la sede de Adicae antes de contratar.
—Hablamos ahora de las cláusulas suelo. Ocurre lo mismo que con las preferentes, es difícil cifrar el número de afectados...
—Pues sí. Es complicado, por el mismo motivo de las preferentes. Los bancos no hacen públicos estos datos.
—Adicae ha percibido que algunos bancos han eliminado las cláusulas suelo pero en cambio están aumentando los diferenciales. ¿Sigue existiendo una especie de suelo de facto?
—En el año 2009 Adicae empezó a denunciar las cláusulas suelo y algunas de las entidades afectadas decidieron eliminar esta política, pero en cambio subían el diferencial de manera drástica. Otra táctica ha sido llamar al afectado para venderle que le van a rebajar la cláusula en medio punto durante un tiempo. Algunas personas aceptaron, ante la situación desesperada que viven por la crisis. Esto les ha supuesto un ahorro pero no el que merecen. El Tribunal Supremo ha obligado a Novacaixagailia, BBVA y Cajamar a abolir sus cláusulas suelo. La reaccion ha sido aumentar las comisiones al cliente por todo tipo de operaciones. Por tanto, aconsejamos a los clientes de estas oficinas que vigilen sus cuentas, las comisiones, y que si lo consideran necesario domicilien sus recibos en otras entidades bancarias.
—¿No se puede denunciar este abuso?
—Las entidades han pasado olímpicamente de la normativa y de las sentencias con la complacencia del Gobierno. Por eso estamos saliendo a la calle para intentar crear una manera de consumidores indignados y decir basta ya a todos los abusos que se están cometiendo, sean del tipo que sean. Adicae se ha reunido con todos los partidos políticos y todos nos dan la razón, pero nunca hacen nada por cambiar esta realidad y meter en cintura a las entidades bancarias. Los ciudadanos rescatamos a la banca, pero nadie nos rescata a nosotros.