Representantes de la Dirección General de Interparking visitarán hoy a las 11.00 horas el aparcamiento subterráneo de la Plaza Esteve para supervisar la inversión millonaria que han acometido en este parking desde que hace un año se hicieron con la concesión. Una profunda reforma que ha incluido cambio de suelo, accesos y, que, en definitiva, ha dado un giro de 180 grados a este espacio, que ahora luce una imagen mucho más moderna y confortable.
Con el de Esteve, Hospital de Jerez y calle Larga, uno de los más confluidos, esta multinacional gestiona ya tres aparcamiento en la ciudad. Unas circunstancias que no pasan por alto en la Asociación Unión Local de Comerciantes, Asunico, que lleva meses negociando con esta compañía la implantación de una tarifa plana durante los fines de semana similar a la que ya funciona desde hace tres años en el subterráneo de la Plaza del Arenal que el Ayuntamiento cerró con la concesionaria Azvi -encargada también de los parking de Madre de Dios y Plaza del Caballo-.
En este último caso las reuniones para cerrar un acuerdo se alargaron hasta dos años, pero finalmente Ayuntamiento y concesionaria consensuaron con la mediación de Asunico para aplicar una tarifa de 2 euros al día los fines de semanas -desde las 00.00 horas del sábado a las 00.00 del lunes y días festivos, que se ha traducido en una alta ocupación de los tres parking, sobre todo el de la Plaza del Arenal, que en fechas de especial afluencia como la campaña de navidad por la oferta hostelera y de zambombas llega incluso a colapsarse.
Sin lugar a dudas, como apunta el presidente de Asunico, Manuel García, la positiva experiencia con la otra concesionaria es el mejor aval para convencer a esta empresa para que apueste por este tipo de tarifas más asequibles a la hora de garantizar el lleno del parking de calle Larga, aprovechando su ubicación estratégica.
Este tipo de iniciativas responde al interés de los comerciantes del centro de revitalizar la zona, dando facilidades a los jerezanos para llegar con el coche, desentenderse de él y no estar preocupado por el momento de ajustar cuentas con la máquina expendedora.