El Ayuntamiento de Jerez está haciendo frente al abono mensual de la factura que la UTE que integran Verinsur y Sufi le pasa por el tratamiento de los residuos sólidos urbanos en la planta de Las Calandrias, lo que desmontaría el argumento que la empresa esgrime ante los trabajadores para negociar la revisión del convenio colectivo a la baja.
Fuentes municipales aseguran a este medio que a lo largo del presente ejercicio se han transferido 2,6 millones de euros -a una media de 332.000 euros mensuales-, toda vez que se está a la espera de que la empresa presente la factura del pasado mes de septiembre. Al mismo tiempo se reconoce que existe una deuda anterior de alrededor de 775.000 euros, pero que en ningún caso puede justificar recortes a la plantilla por cuanto la empresa está recibiendo de manera regular el importe que corresponde al coste del servicio.
El Gobierno local no está dispuesto por tanto a intervenir en el proceso de negociación del convenio que mantienen abierto la empresa y sus trabajadores, toda vez que considera que su obligación es la de abonar el precio del servicio, algo que asegura estar haciendo. Desde el Ejecutivo local se espera y desea que la empresa y los trabajadores alcancen un acuerdo que evite la convocatoria de cualquier tipo de movilización que pueda repercutir en la normal prestación del servicio.
El comité de empresa ya ha adelantado que en estos días se celebrará una asamblea en la que se planteará la posibilidad de convocar movilizaciones, que podrían llevar a la huelga a un servicio básico que atiende a numerosos municipios de la provincia.
Los trabajadores han denunciado la situación de precariedad que se está viviendo en la planta y recuerdan que las condiciones laborales han provocado incluso accidentes mortales.
