El Gobierno local cuenta ya con el apoyo de IU y el previsible voto favorable de Ciudadanos. De este modo sólo faltaría la abstención de Ganemos para que se repitiese el escenario que permitió la aprobación de los presupuestos de 2016. La agrupación de electores no ha decidido aún el sentido de su voto, pero todo parece apuntar hacia esa dirección.
De hecho, la concejal Kika González reconoció ayer que el presumible apoyo de IU y Ciudadanos bastaría para que “en principio” salieran adelante los presupuestos, apuntando sin decirlo de manera expresa hacia esa abstención de Ganemos.
La agrupación de electores ha trasladado al Gobierno una batería de 55 medidas para incluir en el presupuesto, incluido un plan de empleo dotado con 950.000 euros e inversiones en “formación, economía social, emprendimiento, apertura de colegios públicos, oficina del Defensor del Ciudadano o un plan integral de movilidad”, entre otras muchas cosas.
Ganemos está a la espera de reunirse con el Gobierno para conocer los pormenores del presupuesto y a partir de ahí poder definir el sentido de su voto, algo que “normalmente” se hará en asamblea.
El portavoz de Ganemos, Santiago Sánchez, volvió a lamentar que el Ejecutivo socialista actúe “como si tuviera mayoría absoluta, cuando depende de otros grupos para que ese presupuesto se apruebe” y reprochó que vuelva a repetir “la misma jugada” que en las jornadas previas a la aprobación del documento económico de 2016, cuando a juicio de Sánchez “trasladó la responsabilidad a los que no gobiernan”.
“Es la misma jugada que vienen haciendo con todos los temas importantes, tratando de resolver estos asuntos a última hora, de malas formas y ofreciendo información a cuentagotas”, lamentó Sánchez, que recordó que este grupo viene demandando esa información “desde el pasado 4 de enero” sin que hasta el día de ayer les llegara el anexo de inversiones.