El Guadalcacín quiere que el Fernández Marchán sea una fiesta en esta recta finalísima de la competición y quiere empezar este próximo domingo donde, a mediodía y ante el San Roque, se podría comenzar a certificar casi matemáticamente la permanencia en la categoría, ya que un triunfo, y con los enfrentamientos directos que existen, podría dejar a los de Alberto Vázquez a las puertas mismas de continuar una temporada más en Tercera División.
Y esa fiesta quiere la directiva que preside Manolo Jiménez que se viva con un campo completamente abarrotado y vestido de azul, como los colores de los guadalcacileños. Para ello, todo aficionado que vaya vestido de azul tendrá acceso al campo pagando únicamente 2 euros. Pero es que, además, si un socio llega con un acompañante que igualmente vaya con una camiseta azul, ese acompañante tendrá acceso gratuito a las instalaciones.
El equipo se enfrenta a un San Roque que prácticamente está condenado al descenso de categoría, pese a lo cual no valen confianzas de tipo alguno y menos cuando los puntos en juego son vitales para lograr esa permanencia que se puso muy cuesta arriba pero que se puede lograr con el trabajo y el compromiso de todos, desde Alberto Vázquez, que ha sido todo un descubrimiento desde su llegada al banquillo procedente del juvenil, hasta los jugadores y a las personas, hombres y mujeres, que desde la directiva están robándole horas a su vida particular para entregársela a un club que suple sus carencias, lógicas cuando se trabaja con un presupuesto y unas infraestructuras mínimas, con mucho corazón, con mucha entrega y con mucha ilusión.
Por eso, la ilusión es que el domingo el Fernández Marchán presente un lleno a rebosar.