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Jerez

Martes de Salud y Esperanza

El palio de La Clemencia redondeó una jornada a la que no le falta ya casi nada. El Desconsuelo mostró la restauración integral de su paso de misterio

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  • Salud y Esperanza -

El Martes Santo de este 2017 va a pasar a la historia como aquél que estrenó la presencia en la calle del paso de palio de María Santísima de Salud y Esperanza, la titular mariana de la Hermandad de la Clemencia. Lo hizo además bajo unas condiciones meteorológicas bastante más favorables a aquellas que padecieron los cofrades de San Benito en 2005, cuando se incorporaron a la Carrera Oficial y debieron refugiarse de la lluvia en la Catedral. El estreno material más esperado de estos últimos años no debió tener en cuenta factores externos para ponerse en la calle y cerrar el cortejo de una cofradía que echó a andar puntualmente a las cuatro de la tarde.

Los primeros apuntes de este paso de palio ya dejan entrever a las claras que en un futuro no muy lejano será uno de los conjuntos más sobresalientes de la Semana Santa de Jerez. Las orfebrerías están siendo realizadas por José Manuel Bernet y los bordados, por Pedro Palenciano. La Banda de Música Maestro Dueñas, de El Puerto de Santa María, tuvo el honor de acompañar a la Virgen de Salud y Esperanza en el que fue su estreno en la tarde del Martes Santo.

Eduardo Biedma tuvo a su cargo la dirección de las cuadrillas de costaleros de ambos pasos, estrenando el misterio a la salida el acompañamiento de la agrupación musical de la propia cofradía, posteriormente relevada por la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús Despojado, de Jaén.

Cuando apenas faltaban cinco minutos para las cinco de la tarde inició su recorrido la Hermandad de Humildad y Paciencia, incorporada al Martes Santo en 2014. La cofradía aporta un toque romántico a esta jornada procesional, luciendo de manera singular a su paso por el barrio de San Pedro, camino de la Carrera Oficial. Las andas estrenaron los primeros trabajos de talla, realizados por David Medina en base a un proyecto que, cuando esté finalizado, llamará la atención por su originalidad. Ezequiel Simancas estuvo al frente de la cuadrilla de costaleros, siendo el paso precedido por una capilla musical.

El barrio de San Mateo volvió a congregar ayer a miles de personas para asistir a la salida de la Hermandad del Desconsuelo, uno de los momentos cumbre de la Semana Santa de Jerez. En esta ocasión, la cofradía presentó la restauración de su paso de misterio, un trabajo que ha sido ejecutado en el taller del onubense Daniel Sánchez y que ha permitido que la obra de Guzmán Bejarano recupere su esplendor medio siglo después de haber sido concluida. El paso del Señor de las Penas fue acompañado por la Agrupación Musical de la Sentencia, estando Alejandro Soto al frente de su cuadrilla de costaleros. Detrás, uno de los conjuntos de mayor enjundia de la ciudad, el paso de palio de María Santísima del Desconsuelo. Eduardo Torné tocó el martillo y la Banda Municipal de Música de Rota ofreció sus sones a la que es reina de San Mateo. Como es habitual, la Hermandad del Desconsuelo cerró el paso de las cofradías por la Carrera Oficial, tal y como le corresponde al ser la que más años lleva procesionando este día.

Cuando el largo cortejo de esta cofradía no había terminado de salir del templo, la collación de San Juan ya advertía la presencia en la calle de los primeros nazarenos de la Hermandad del Amor, cuya capilla se abrió a las seis menos cuarto de la tarde. Había muchas ganas de Martes Santo en este rinconcito del viejo Jerez. No hay que olvidar que hace justo un año, la cofradía no llegó a hacerse presente en la Carrera Oficial ya que poco después de salir a la calle regresó a su templo por temor a la presencia de una lluvia que finalmente no llegó.

Esta vez el ambiente era distinto, se respiraba tranquilidad, y eso se notó en la calle. El paso del Señor Cautivo sigue avanzando hacia la conclusión de sus trabajos de dorado. Jacinto Gutiérrez y David Grilo compartieron las tareas de dirección de la cuadrilla del primer paso de la cofradía, que contó con el acompañamiento de la Agrupación Musical San Juan, históricamente vinculada a esta corporación.
En la pequeña capilla del Cristo del Amor se obra cada año el milagro de sacar a la calle el segundo de los pasos de esta cofradía, el que comparten el crucificado de Ramón Chaveli y la Virgen de los Remedios. El calvario acentuó su dramatismo con el toque clásico de la Banda de Cornetas y Tambores de la Merced, de Huelva, repitiendo como capataz Manuel Jaén Vargas.

La Hermandad de la Defensión se quedó sin salir el año pasado siguiendo el consejo de unas fallidas predicciones meteorológicas y quizá por eso vivió este Martes Santo con inusitada intensidad desde primeras horas de la mañana. La corporación con sede en Capuchinos -que tiene el título de castrense- recibió la visita de la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, que fue nombrada hermana honoraria y que ya por la tarde presenció el paso de las cofradías por la Carrera Oficial desde el palco reservado a las autoridades. 

El cortejo de morados nazarenos de la Hermandad de la Defensión abandonó Capuchinos al filo de las seis y media de la tarde. El añejo toque de la Banda de Cornetas y Tambores de la Centuria Macarena se antojó una vez más el mejor complemento al crucificado de Esteve Bonet, al frente de cuya cuadrilla estuvo Martín Gómez. El palio de María Santísima de la O cerró una cofradía de corte clásico en la que se cuida el más mínimo detalle, como el repertorio de la Banda de Música de la Soledad de Cantillana o el delicado trabajo costalero de la cuadrilla de Manuel Jesús Elena.  

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