Jerez ha encontrado en el flamenco el relato adecuado para organizar su propio festival de cine. Lo raro es que a nadie se le hubiese ocurrido mucho antes, ya que aunque las producciones anuales ambientadas en el mundo del flamenco se puedan contar con los dedos de una mano, hablamos de un subgénero muy presente en la filmografía nacional y por el que han mostrado una inquietud artística numerosos realizadores, guionistas y productores a lo largo de casi cien años de cine sonoro en nuestro país, ya fuera en favor de la proyección de numerosos artistas como fuente de inspiración para contar historias o para contar el flamenco por sí mismo.
En el caso de Jerez han confluido varias circunstancias para dar sentido definitivo a ese relato, no solo las de la propia ciudad y su vínculo con el flamenco, sino a partir de su creciente relación con el mundo audiovisual. La alcaldesa, Mamen Sánchez, habla así de la necesidad de “mirar a la tradición, a las raíces y señas de identidad de nuestro pueblo, para mimar, proteger y profundizar en lo local, lo más nuestro y definitorio de nuestra manera de ser, de sentir, de expresarnos, frente a la uniformidad de la cultura globalizada”. En este sentido, considera que se trata de un festival “pionero, que da un paso al frente y decidido, porque nos apoyamos en una de nuestras fortalezas, ser referente mundial en torno al flamenco”, y que nace a su vez con el objetivo de proyectar al mundo el talento y los valores de un arte universal, el cine y el poder de atracción de la creación audiovisual, porque “el cine es una de las mejores bazas para difuminar fronteras y proyectarnos de forma universal”.
Pese a su filosofía, su nombre abarca un poco más: Festival de Cine Flamenco y Etnográfico de Jerez. No solo pone el acento, al menos de inicio, en el flamenco, sino que pretende depositar su mirada en la cultura musical de otros pueblos y culturas, y así ampliar el abanico de una programación en la que no solo se proyectarán películas vinculadas con el flamenco, sino con otras realidades culturales: “Lo etnográfico como el patrimonio intangible que es el alma de un territorio y que en Jerez tiene su expresión máxima en el flamenco”. De hecho, la película que inaugura el Festival este día 22 es Si me borrara el viento lo que yo canto, el más que interesante documental de David Trueba sobre el cantautor Chicho Sánchez Ferlosio, y tras cuya proyección se abrirá un coloquio con la presencia del propio Trueba, Jesús Munarri y Máximo Pradera -periodista y sobrino de Sánchez Ferlosio-.
Por lo que se refiere a los títulos de temática flamenca, eso sí, el Festival ha programado dos grandes clásicos: Duende y misterio del flamenco (1952), del excelente realizador madrileño Edgar Neville -una auténtica obra de culto-, y Los Tarantos (1963), en la versión de Rovira Beleta, interpretada por Antonio Gades, Carmen Amaya y Sara Lezana. Asimismo, se proyectará la película Nueve Sevillas, dirigida por Gonzalo García Pelayo y Pedro Romero -los dos estarán también en el coloquio posterior-, Callejeras, de Silvia Moreno, premiada recientemente en el Festival de Málaga, y el documental Pa tras ni pa tomar impulso, de Lupe Pérez García, con el que se clausurará esta primera edición. Además se proyectarán dos reconocidos documentales, La vida perra, sobre el escritor Ángel Vázquez, de Pablo Macías y Sole Villaba, y Un blues para Teherán, de Javier Tolentino, tras cuyas respectivas proyecciones se celebrará un coloquio con la participación de sus creadores.
En el transcurso de los cinco días en los que se prolongará el Festival -de martes a sábado-, se contará asimismo con numerosas personalidades del mundo del cine, que participarán en los diferentes coloquios que se desarrollarán, vinculados o no, a las proyecciones previstas en la programación, caso del realizador Benito Zambrano, el crítico de cine Esteve Riambau, Rosario Toledo -presenta su documental Me encuentro-, Olmo Figueredo -productor de El verano que vivimos y La trinchera infinita, Pepe Begines -líder de No me pises que llevo chanclas- o el cantaor Arcángel, inmerso en la producción de la película Jesucristo Flamenco.
Las películas se proyectarán en la Sala Compañía, Museos de la Atalaya y en el Teatro Villamarta.
Lola Flores y Carlos Saura, los grandes ausentes del Festival de Cine Flamenco
La programación del Festival de Cine Flamenco de Jerez se destaca asimismo por dos grandes ausencias, la de Lola Flores y la del cineasta Carlos Saura, el último en dirigirla y uno de los autores que más aproximaciones cinematográficas ha realizado al mundo del flamenco. No solo eso, ambos son actualidad en este momento después de que Saura, de 89 años de edad, haya recuperado una imagen de Lola Flores, realizada durante el rodaje de ‘Sevillanas’, para restaurarla e intervenirla y ofrecer una edición limitada de 85 piezas con la artista, convertida en “un homenaje a una mujer que representaba el flamenco festero”.