SÍ HABÍA PLAN B
Estamos metidos en auténtico bosque de mentiras y la única verdad es que estamos perdidos. Lo que nos queda es aguantar y resistir aunque a esto lo llamen catastrofismo y vivamos acojonados. ¿Cuántas veces ha dicho el Presidente que no existía un Plan B , que la única forma de confinamiento era el Estado de Alarma? Pues bien, ahora el Gobierno necesita los votos de “Ciudadanos” para los Presupuestos y esta formación le pide ese Plan B para llevarse su minuto de gloria.
Y , curiosamente, el Gobierno utilizará la tramitación del decreto de 'nueva normalidad' como proyecto de ley en el Congreso para autorizar confinamientos selectivos sin estado de alarma. Así, sin anestesia ni nada. Modificarán los artículos de las leyes orgánicas sanitarias que afectan a derechos fundamentales, como la libertad de movimiento. Algo que no se puede hacer por Decreto Ley. Además de “Ciudadanos”,los rebrotes de coronavirus en todo el país han sorprendido al Gobierno sin un plan alternativo al estado de alarma. Vamos por 23 rebrotes. Y en algunas comunidades como Aragón, donde cuatro comarcas acumulan al menos 270 positivos, se ha recomendado a los habitantes de las áreas afectadas por los contagios que no viajen, a pesar de que no pueden prohibirlo. Están, no, perdón ,estamos ahora, con el paso cambiado y acojonados.
Ahora Sánchez quiere convertir el Real Decreto de la “Nueva normalidad” en Ley . Ahí está el PLAN B que nos negaba a diario Pedro Sánchez y que , ahora, nos va a meter sin anestesia alguna y, de camino, le da el minuto de gloria a “Ciudadanos” para que estos puedan decir “Te lo dijimos”. Y ahora, en esa Ley , incluirá todo lo que haga falta. Mira que yo fui uno de los que insistía en la necesidad de las prórrogas del Estado de Alarma. Mienten más que hablan. Nos dicen que hemos entrado en la “nueva normalidad”. ¿A qué normalidad se refieren? ¿A la que había antes de que llegaran y que ellos iban a transformar o a la que se inventan para halagarnos como si se tratara de un señuelo? La Nueva normalidad tiene el mismo valor que cualquiera de los discursos del Gobierno: sirve para esconder la bolita en el otro cubilete cuando nos engañan.
