Este pasado fin de semana hubo sorpresas en el play off de ascenso a Segunda. El ‘Riazorazo’ al
Dépor en su feudo por parte del
Albacete, que remontó en la prórroga y regresa al fútbol de plata, fue el gran titular. También se ganó su billete el Villarreal CF ‘B’, que eliminó al Nástic de Tarragona y añade más cimientos al proyecto de éxito del submarino amarillo.
El Málaga, por tanto, ya conoce a qué siete nuevos lares tendrá que viajar en el nuevo curso 2022/2023.
Levante UD,
Granada CF y
Deportivo Alavés bajaron de Primera;
Racing de Santander y
FC Andorra ascendieron a Segunda como campeones del Grupo 1 y Grupo 2 de la Primera RFEF y
Albacete y
Villarreal 'B' accedieron por play off.
El caso de FC Andorra que preside
Piqué y el filial del Villarreal CF supone que sean rivales inéditos: nunca se han enfrentado en partido oficial al Málaga. El viaje al principado será una experiencia distinta para jugadores y aficionados, que visitarán el coqueto Estadio Municipal de Andorra, situado entre montañas y para unos 3.300 espectadores.
El Málaga sabrá el próximo jueves 23 de junio a partir de las 17:00 horas el calendario de
LaLiga SmartBank del próximo año, una campaña que arranca el fin de semana del
13 y 14 de agosto. Será otro año con el listón todavía más alto al que acaba de terminar: por plantillas, por presupuestos de los equipos y por grandeza de los mismos. Solo el filial del Villarreal se sale del guion.
Presupuestos inflados
Alavés, Levante y Granada serán los más pudientes, como cada equipo que desciende desde Primera gracias a la “compensación por abandono de categoría”, una ayuda única de varios millones para amortiguar el golpe. Sin embargo, incluso el Racing de Santander puede partir desde buena posisición económica por la venta de su joya al Barça.
Pablo Torre cuesta cinco millones más unos 15 en variables.
De ahí que la importancia de que
Horta se vaya al Benfica sea capital para que el Málaga pueda manejarse en otra dimensión para fichar. Además, Tebas ha cambiado la normativa para evitar
ventajas fiscales del Andorra. El
IRPF a pagar era un 37% más bajo que el del resto de clubes españoles. Esto provocaba que el club de Piqué tuviera más margen para gastar, algo que se va a evitar. Una Segunda que volverá a ser una de las ligas más competitivas de Europa.