Algunos pensaban que, con la
conquista de la Copa del Rey allá por el mes de febrero, este Unicaja Málaga había alcanzado la excelencia, lo que podía jugar en contra de una temporada a la que todavía le quedaban -y de hecho, le quedan- dos competiciones. Nada más lejos de la realidad.
Si por algo se caracteriza esta plantilla es por el hambre voraz que demuestra día tras día. Ni siquiera los tropiezos puntuales han desviado han desviado a los de Ibón Navarro de un
plan de viaje que nada tiene que envidiar a la Ruta 66.
La siguiente parada: el Palacio de los Deportes de Murcia. Allí, el combinado cajista tendrá la oportunidad este miércoles (20.30 horas) de
sellar su billete para la Final Four de la Basketball Champions League. El cómodo triunfo en el primer partido de la eliminatoria (83-67) hace que los malagueños lleguen a este partido con la confianza de que, en caso de tropiezo, quedará el tercer y definitivo punto, a disputarse en el Martín Carpena.
No obstante, esta no es la idea de un equipo que quiere certificar cuanto antes su presencia entre los cuatro mejores del torneo. El momento es inmejorable, puesto que Unicaja llega de sumar
cinco triunfos en los últimos cinco partidos que ha disputado. Las victorias continentales, además, sirvieron para obtener el primer puesto del Grupo K y llevarse con ello la ventaja de campo.
Pese a todo esto, sería un error pensar que el objetivo está conseguido. Los universitarios no se caracterizan por ser un equipo que dé su brazo a torcer con facilidad. Pese a que en Liga Endesa son decimoterceros y tienen lejos el objetivo de clasificarse para el play off,
Sito Alonso ha impregnado en sus pupilos ese
gen competitivo que tanto le caracteriza como míster. Sin ir más lejos,
Unicaja cayó derrotado en tierras murcianas el pasado 12 de marzo por 85-80, un claro aviso a navegantes.
A esto, hay que añadir su efectividad como local en las competiciones del Viejo Continente. Y es que, desde octubre del 2018, el UCAM no ha perdido ningún partido como local en choques europeos. En total, son 15 los partidos consecutivos que cuenta por victoria. Otro factor a tener en cuenta es la
baja de Alberto Díaz. El base sufre esguince de grado dos en el tobillo izquierdo, por lo que estará varias semanas en el dique seco. Oportunidad de oro para que Kendrick Perry saque a relucir todo su talento.
Se prevé un ambiente hostil, pero los jugadores no estarán solos. La afición ha respondido una vez más y
se ha llenado un autobús que saldrá a las 10.00 horas del Martín Carpena y que teñirá de verde la parte superior del pabellón murciano. Las espadas están en todo lo alto, y Unicaja afila la suya con mimo de cara a las grandes ocasiones.
Ibón no se fía del UCAM
El entrenador de Unicaja,
Ibón Navarro, acudió este martes a rueda de prensa para dar sus impresiones de cara a un partido que prevé “
muy difícil para nosotros”.
“Es un equipo imprevisible, con muchas cosas que se salen de guion, que no se pueden defender, con los arranques de
brillantez de McFadden, Trice, veremos Chiozza, de Jelínek, de Anderson... Hay cosas que se te pueden salir de guión porque son jugadores de mucho ímpetu, energía y corazón e igual no los puedes controlar”, afirmó el técnico vasco.
Precisamente, Navarro advirtió del peligro del estadounidense
Chris Chiozza, recientemente fichado por los pimentoneros: “Es capaz de organizar el equipo y pasar muy bien el balón. Además, también puede anotar. Se trata de
un base muy interesante que les va a ayudar”.
También se refirió con pesadumbre al ruido que se ha generado los últimos días y que ha caldeado el ambiente: “
Vamos a ir al 100% los dos. Pero hay unas líneas que no se deben cruzar: afortunadamente el mundo no son las redes, cualquiera puede decir lo que quiera sin filtros, y creo que se ensucia todo demasiado.
El baloncesto se está futbolizando , creo que tenemos que huir de eso y vivir ambientes como Granada o en la Copa”.
Por último, aclaró que este encuentro les servirá como “
prueba de madurez” y confía en que los suyos puedan soportar “la carga anímica”.