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Málaga

Vidas renovadas gracias al reciclaje de lonas publicitarias en Málaga

El proyecto Hilo Doble nació hace más de tres años para dar una oportunidad laboral a personas vulnerables.

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  • Fabrican de forma artesanal desde bolsos, mochilas, cuadernos a fundas de gafas o móvil.
  • Más de 20 personas han logrado dar un cambio de 360 grados a su vida.
  • José entró al taller sin saber coser y a día de hoy vive junto a su mujer e hijos gracias al sueldo que se trabaja cada día.

Mochilas, bolsos, libretas o fundas de gafas son algunos de los muchos objetos que se realizan en Hilo Doble reciclando lonas publicitarias. El proyecto lleva desde hace más de tres años dando oportunidades reales a hombres y mujeres en situación de especial vulnerabilidad.

Desde que estoy aquí tengo un trabajo, un sueldo, mi vida ha dado un giro de 180 grados.

En noviembre de 2019, las ONGs Arrabal y Asimas se unieron para crear esta “empresa” social. Desde entonces han logrado dar un cambio radical a la vida de las más de 20 personas que han trabajado en el taller. Hilo Doble funciona como una empresa “normal y corriente, pagamos nuestra seguridad social e IVA”, sin embargo, al ser una iniciativa formada por dos asociaciones “el fin es emplear a personas vulnerables”, cuenta a Viva Málaga María José Santos, directora del proyecto.

Los perfiles son muy variados, pero todos tienen en común la falta de un trabajo: “Tenemos a una persona que venía de una situación de desempleo de larga duración, llevaba cinco años sin trabajar, imagínate cómo le ha cambia la vida”. El objetivo es la inclusión laboral. Durante el tiempo que pasan en el taller, la idea es “apoyarles” para que “den el salto a una empresa normalizada”, ya que el proyecto contempla una asistencia máxima de tres años.


Al taller llegan desde personas que ya tienen experiencia en el sector textil, hasta otras que no conocían la profesión. Este es el caso de José. Fue el primero en llegar al proyecto y empezó de “cero”, “no sabía coser, yo no había cogido una tijera en mi vida ni una máquina de coser”, dice mientras corta uno de los patrones. A día de hoy se ha convertido en un especialista que “hace de todo”.

A las siete de la mañana empieza la jornada laboral y depende del trabajo de cada día se organizan, algunas veces le toca coser en la máquina o cortar, pero otras “cogemos la furgoneta para ir a por lonas o las limpiamos”, explica, recordando lo mucho que tuvieron que frotar cuando cayó la calima. Incluso en aquel momento, asegura, “me gusta lo que hago y como me gusta estoy contento”. Casado y con hijos, José ha encontrado en Hilo Doble una oportunidad que ha sabido aprovechar. “Desde que estoy aquí tengo un trabajo, un sueldo, mi vida ha dado un giro de 180 grados”, afirma, asintiendo con la cabeza que “gracias a Dios y a este proyecto” gana para vivir un “poquito dignamente” con su familia, “aunque no sea para tirar cohetes porque el resto están parados”.

Vidas que ahora sonríen y que cuidan el planeta, dando una segunda vida a lonas publicitarias y plásticos, que fabrican con sus propias manos para luego vender. A los objetos artesanales les sacan rentabilidad en mercadillos y a través de su página web, aunque el 90 por ciento de sus ingresos provienen de empresas privadas y administraciones públicas que les encargan la fabricación de su merchandising.

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