El equipo sénior femenino del Club de Waterpolo Marbella logró la gesta de volver, tan solo una temporada después, a Primera Nacional Femenina el pasado fin de semana, pero tras la euforia llega el jarro de agua fría ya que, según fuentes de la Federación Andaluza de Natación (FAN), “no tienen piscina para competir en esa categoría”.
En este sentido, la delegada de la FAN en Málaga, Montserrat Caballero, comentó que “para competir de forma oficial necesitan una piscina con un mínimo de 1,80 metros de profundidad y una dimensión de 25 x 12,5 metros; y ellos entrenan en una piscina que tiene una zona con profundidad de 1,40 metros”.
El conjunto que dirige Miki Botello la temporada pasada, que también competió en la división de plata, “tuvo que disputar los encuentros en unas instalaciones cedidas en Torre del Mar, por lo que entrenaba en Marbella y competía en esta otra localidad”, aclaró Montserrat Caballero, quien insistió en que “el trabajo de este equipo es grandísimo y no se debe de perder la perspectiva de que, aunque la gestión de la piscina sea privada, tiene un servicio público en el que entra el deporte de competición”.
Las malagueñas conquistaron el ascenso a la Primera Nacional Femenina del waterpolo en la fase del Campeonato de España de Segunda División celebrada en Askartza, Vizcaya, el pasado fin de semana. El conjunto marbellí puso en el País Vasco el mejor colofón a la campaña derrotando en la final por el ascenso a la Escuela Zaragozana de Waterpolo por un apretado 7-6.
Con anterioridad había ganado en la primera fase al Campuesport (8-3) y al Castellón (11-5) y perdido, precisamente frente al EW Zaragoza. Así, el club intenta localizar una piscina que les permita competir en Primera Nacional, sin que la falta de infraestructuras adecuadas en Marbella ahogue el sueña de estas jóvenes jugadoras.