El ministro francés de Sanidad, Olivier Véran, explicó hoy que esperan que se verifique la "hipótesis" de que el número de contagios de covid, que se encuentra en niveles récord desde hace más de una semana, disminuya o al menos se estabilice en los próximos días, a la vista de la experiencia en el Reino Unido.
"Hace falta más tiempo" para saber si se ha llegado al pico, puntualizó Véran en una entrevista con la emisora de radio France Info, en la que se mostró cauto aunque hizo hincapié en que "por ahora parece que la curva de las hospitalizaciones es menos elevada de lo que podría haber sido".
La razón es que la variante delta "parece disminuir claramente y eso es una buena noticia" porque es la causante de buena parte de los casos más graves, mientras que ómicron aunque es mucho más contagiosa "provoca menos casos graves".
Este martes se comunicaron en Francia 368.149 nuevos contagios, lo que supone el récord en un solo día desde el comienzo de la pandemia, aunque una parte puede atribuirse a que eran los primeros datos después del fin de semana, en que suelen realizarse menos test.
Por lo que respecta a las hospitalizaciones, se ha superado el listón de las 23.000, una cifra que está lejos del pico de 33.500 que se alcanzó en noviembre de 2020.
El ministro negó que la política de su Gobierno sea renunciar a las restricciones para alcanzar cuanto antes una forma de inmunidad colectiva. Pero constató que aunque se hayan instaurado medidas para evitar los contagios, como el teletrabajo o la mascarilla en la calle en muchas circunstancias, no se va a poder detener la circulación de ómicron por su carácter tan contagioso.
"La tasa de inmunidad por las contaminaciones y la vacunación es extremadamente elevada en nuestro país", indicó.
Por ejemplo, precisó que hay 4,5 millones de personas que tenían que recibir una dosis de recuerdo para poder mantener activo su certificado sanitario que no la necesitarán porque se han contaminado con ómicron, lo que les confiere inmunidad.
El Parlamento francés está debatiendo un proyecto de ley de su Gobierno para imponer un certificado de vacunación, que sustituirá al actual pasaporte sanitario para muchas actividades de vida social, como tomar algo en un bar o un restaurante, ir al cine, a un espectáculo o un estadio o utilizar un transporte público de largo recorrido (autobús, tren, avión o barco).
Véran reiteró que el uso del certificado de vacunación se podrá suspender "cuando no haya urgencia sanitaria".
En cuanto al descontento por el nuevo protocolo sanitario en la educación, que ha provocado una convocatoria de huelga este jueves que se anuncia masiva, el ministro lo justificó para no cerrar las escuelas "más de lo necesario".
El principal sindicato convocante del paro pide que se vuelva a la regla en vigor antes de las navidades, con la que cuando había un positivo en una clase de primaria se cerraba.
Desde entonces ha habido dos nuevos protocolos y el último establece que los niños que sean contacto de un alumno contagiado tendrán que hacerse tres autotest en una semana para poder seguir acudiendo a clase.
La semana pasada, el primero de esos test tenía que hacerse en un laboratorio o en una farmacia, y eso obligó a decenas de miles de padres a hacer largas colas en los laboratorios o farmacias, incluso durante horas, y provocó un malestar muy generalizado.
El titular de Sanidad reconoció que "hubo que reevaluar de forma pragmática" el protocolo.