El Papa ha pedido dar asistencia y ayudar a los que "luchan entre las olas del mar" y son "golpeados contra las rocas de una costa desconocida", en alusión a la labor humanitaria que hacen los barcos de rescate de migrantes en el Mar Mediterráneo.
"Ayúdanos a reconocer desde lejos las necesidades de cuantos luchan entre las olas del mar, golpeados contra las rocas de una costa desconocida", ha subrayado el Pontífice, que*ha arrancado su segundo y último día en Malta con una visita a la Gruta de San Pablo, en Rabat, donde la tradición sitúa la morada del discípulo de Jesús tras naufragar en su viaje a Roma en el año 60 después de Cristo.*
"Nadie conocía sus nombres, su lugar de nacimiento o su situación social, sólo sabían una cosa: que estas personas necesitaban ayuda", ha señalado Francisco durante la plegaria en la cueva.
En un mensaje espiritual, el Papa ha hecho hincapié en la difícil situación de los migrantes y refugiados en un contexto de tragedia. Este mismo sábado se produjo otro naufragio de una patera frente a las costas de Libia que dejó más de 90 muertos, según los informes de Médicos Sin Fronteras (MSF).
"Padre bueno, concédenos la gracia de un buen corazón que palpite por amor a los hermanos", ha sido la oración del Pontífice en la Gruta de San Pablo.
Francisco ha aprovechado su visita de dos días a la isla europea que sufre una gran presión migratoria debido a su posición geográfica para pedir a los países de la Unión Europea que dividan mejor la gestión y la acogida de los migrantes y refugiados. Francisco ha instado a darles el mismo el recibimiento que los malteses brindaron a san Pablo.
El Papa ha arremetido, además, contra las políticas de cierre de puertos que muchos veces lleva a cabo el gobierno de Malta al negarse a permitir que los barcos de rescate desembarquen con las personas rescatadas en sus puertos.