Tras una rescate el miércoles que los servicios de emergencia calificaron como "milagroso"
Azka, un niño de 6 años, ha sido rescatado "milagrosamente" tras sobrevivir durante más de dos días bajo los escombros de su vivienda, que colapsó con el impacto del terremoto de magnitud 5,6 que sacudió el pasado lunes Indonesia y que deja ya más de 270 muertos, entre ellos cerca de un centenar de niños.
Tras una rescate el miércoles que los servicios de emergencia calificaron como "milagroso", el pequeño fue ingresado en un hospital del distrito de Cianjur, epicentro del sismo, y se encuentra en un estado de "debilidad pero responde" al tratamiento, según relataron hoy miembros del servicio de emergencias a los medios locales.
"Él estaba debajo de estructuras de cemento de la vivienda que se mantuvo en pie parcialmente gracias a un armario. Así que había un espacio muy estrecho para que Azka respirara", explicó el tío del pequeño, Miftahudin, en un vídeo del rescate difundido por emergencias.
En las imágenes, se puede ver el momento exacto en que cerca de quince rescatistas, rodeados por decenas de voluntarios, localizan a Azka y lo sacan con vida y sin heridas aparentes de los destrozos de lo que entonces solía ser su habitación.
"A esas horas, Azka solía estar dormido en su cuarto", señaló Miftahudin, quien agregó que tanto la madre como la abuela del pequeño no resistieron al derrumbe de la vivienda y murieron en el interior de la misma.
El terremoto del lunes ya deja 271 muertos, 2.043 heridos y 61.908 desplazados, cifras que lo convierten en el más mortal en Indonesia desde 2018, cuando un sismo y un tsunami en la isla de Sulawesi se cobró la vida de más de 4.300 personas.
Según las autoridades, un 37 % de las víctimas mortales son niños, lo que se traduce en cerca de un centenar de infantes, ya que los temblores impactaron Java Occidental, la provincia más poblada del país, en pleno horario escolar y causó estragos en decenas de centros educativos.
Este jueves, los equipos de búsqueda y rescate, que suman más de mil personas entre bomberos, rescatistas y voluntarios, entraron en el cuarto día de operaciones para localizar a 40 personas que permanecen desaparecidas.
Una compleja tarea que, no obstante, ha sido dificultada por las diversas réplicas sísmicas registradas tras el impacto inicial, así como por las lluvias torrenciales y el riesgo de nuevos corrimientos de tierra, que llegaron a interrumpir brevemente las labores la víspera.
Ante esas condiciones, las autoridades reconocen que las posibilidades de hallar a supervivientes bajo los escombros son cada vez más bajas, aunque aseguraron que los trabajos seguirán de forma "incansable".
"Esperamos que todas las víctimas puedan ser encontradas pronto", matizó el jefe de la Agencia Nacional de Búsqueda y Rescate indonesia, Henri Alfiandi.