La primera ministra de Australia, Julia Gillard, ha anunciado este miércoles que las elecciones federales serán el 14 de septiembre, en un movimiento sorprendente, ya que no es habitual que los comicios se convoquen con tanta antelación.
La mandataria ha avanzado que, consecuentemente, en los próximas horas solicitará a la gobernadora general de Australia --una especie de jefa de Estado 'de facto'--, Quentin Bryce, que ordene la disolución de la Cámara de Representantes para el 12 de agosto.
Gillard ha revelado el calendario electoral en un encuentro con el Club Nacional de Prensa, en el que también ha justificado su decisión, ante la sorpresa de los allí presentes, según ha informado la cadena australiana ABC.
"No lo hago para que empiece la campaña electoral más larga de la historia de Australia, sino para todo lo contrario. De esta forma, todos sabrán cuáles serán los días de gobierno y cuáles los de campaña electoral y consumidores e inversores podrán planear el año", ha dicho.
El partido de Gillard, el Laborista, ostenta una frágil mayoría en el Parlamento, de apenas un escaño, gracias al apoyo del grupo independiente y de Los Verdes.
Los últimos sondeos sobre intención de voto sugieren que los laboristas saldrán del Gobierno en las próximas elecciones federales, dando paso a los liberales de Tony Abbott.
