El primer ministro británico, David Cameron, y el presidente de Irán, Hasán Rohaní, mantuvieron hoy una conversación telefónica en la que ambos expresaron su voluntad de alcanzar un acuerdo sobre el programa nuclear iraní.
Los dos líderes coincidieron en que la ronda de negociaciones que comenzó hoy en Lausana (Suiza) para limitar la producción nuclear de Teherán a cambio de un alivio en las sanciones económicas es una "oportunidad histórica" para sellar un pacto, según un portavoz de Downing Street, residencia del jefe del Gobierno británico.
Cameron dijo que Irán está mostrando "flexibilidad" en el diálogo y sostuvo que el país debe aportar garantías a la comunidad internacional de que su programa nuclear se está desarrollando exclusivamente con fines pacíficos.
Teherán negocia un acuerdo final con un grupo de seis potencias formado por Estados Unidos, Francia, Alemania, Rusia y China, además del Reino Unido.
En la primera reunión en Lausana participaron hoy los jefes de la diplomacia estadounidense, John Kerry, y de Irán, Mohamad Yavad Zarif, así como la directora política el Servicio de Acción Exterior de la Unión Europea, Helga Schmid.
Cameron y Rohaní abordaron además durante su conversación telefónica la situación en Yemen ante la intervención militar de Arabia Saudí junto a una coalición de países del Golfo Pérsico contra el movimiento rebelde chií de los hutíes.
Ambos dialogaron sobre la importancia de que grupos terroristas como Al Qaeda y el Estado Islámico (EI) no puedan aprovecharse del deterioro de la situación política en el país para ganar terreno, según Downing Street.
Para el primer ministro británico, la consecución de ese objetivo pasa por apoyar como líder legítimo del país al presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, y respaldar un proceso político para devolver la estabilidad en el que tengan cabida las distintas facciones políticas yemeníes.
Los dos mandatarios se mostraron asimismo satisfechos por la paulatina reconstrucción de las relaciones bilaterales entre Londres y Teherán.
El Reino Unido anunció en junio su intención de reabrir su embajada en la capital iraní, cerrada en 2011 tras el ataque de un grupo de estudiantes islámicos.
Cameron dijo que la voluntad de reabrirla continúa intacta, si bien trasladó a Rohaní que todavía quedan "asuntos importantes por resolver" antes de acometer ese "verdadero cambio" en las relaciones entre ambos países.