El partido de la líder opositora birmana, Aung San Suu Kyi, ha pedido al Gobierno de Birmania (Myanmar) que acepte a la minoría musulmana rohingya para frenar la crisis de los inmigrantes, informaron hoy medios locales.
"Si no son aceptados, no se puede simplemente empujarlos a los ríos, no se puede empujarlos al mar. Son humanos", indicó ayer U Nyan Win, portavoz de la Liga Nacional para la Democracia, según el diario Myanmar Times.
Aung San Suu Kyi y su partido han sido criticados por no interceder por los rohingyas, una perseguida minoría a la que Birmania no reconoce la ciudadanía y califica como "inmigrantes bengalíes", aunque tampoco son reconocidos en la vecina Bangladesh.
Todos los años, miles de rohingyas se embarcan en peligrosos viajes por barco hacia Malasia e Indonesia y muchos terminan en los campos clandestinos de inmigrantes en el sur de Tailandia.
Entre 6.000 y 8.000 personas, según datos de las organizaciones humanitarias, se encuentran en barcos a la espera de poder desembarcar en Tailandia, Malasia o Indonesia.
Unos 2.500 bangladesíes y rohingyas han llegado a Indonesia y Malasia en las últimas semanas, mientras que varios barcos con cientos de indocumentados han sido devueltos a alta mar.
Tailandia, que ha emprendido una campaña contra los campos clandestinos en su territorio, ha pedido la colaboración de Birmania y Bangladesh, países de los que proceden los inmigrantes que se embarcan en los navíos a la deriva.
El Gobierno birmano, que ha negado ser el origen del problema, se ha comprometido a aceptar los inmigrantes, una vez que se verifiquen que proceden de este país.
No obstante, una gran parte de los rohingyas, considerados apátridas al no contar con reconocimiento de la ciudadanía birmana o bangladesí, no tienen documentos de identidad o les han sido revocados.
