El presidente de México, Enrique Peña Nieto, y su homóloga brasileña, Dilma Rousseff, celebraron hoy la firma de convenios en materia comercial, de turismo y medioambiente, entre otros, a fin de fortalecer la cooperación entre ambas potencias.
"La relación con Brasil data de hace muchos años. Sin embargo, estábamos ante la exigencia de actualizar y modernizar el marco de cooperación", dijo Peña Nieto en rueda de prensa conjunta con Dilma Rousseff durante la visita de la presidenta brasileña a México.
Con estos acuerdos, las dos primeras potencias económicas latinoamericanas "dan un salto cualitativo" en sus relaciones, apuntó el mandatario.
"Abrimos un nuevo capítulo en nuestra historia. Las relaciones entre México y Brasil presentan un alto grado de potencialidad y tenemos la obligación y el deber de estudiarlo", coincidió Rousseff.
Los gobernantes destacaron, sobre todo, la voluntad de estrechar lazos en el ámbito comercial a fin de incrementar el intercambio bilateral, que en 2014 fue de 9.213 millones de dólares.
"Queremos pasar de los 9.200 millones de dólares que tenemos hoy en comercio y, eventualmente, en menos en menos de 10 años, poder duplicar este nivel", dijo Peña Nieto.
Ello será posible gracias a una futura profundización, también acordada hoy, del Acuerdo de Complementación Económica (ACE 53) entre ambos.
En julio arrancarán las negociaciones para este convenio firmado en 2002 que hoy día rige el comercio de unos 800 productos y con la actualización podría crecer hasta los 6.000, explicó la mandataria brasileña.
Una ampliación que incluiría nuevos segmentos como los servicios, el comercio electrónico y la propiedad intelectual, subrayó su homólogo mexicano.
A este convenio hay que sumar la actualización en marzo de este año del acuerdo automotriz (ACE 55) entre ambos países, en que se comprometieron a liberar el comercio mutuo en un importante número de productos de este sector.
De este modo, ambas naciones pretenden hacer crecer su economía, y mantener su posición como potencias regionales, en un contexto adverso, pues Latinoamérica crecerá este año menos del 1 %, según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI)
Además, los países firmaron un acuerdo de cooperación y facilitación a la inversión, con el que "se genera mayor certidumbre" en estas operaciones recíprocas, y un convenio aduanero para agilizar el comercio con la precertificación de empresas, resumió Peña Nieto.
"Este es el primer acuerdo de facilitación en inversiones que Brasil firma en el continente, y dimos este paso porque con México tenemos una alianza de las más importantes en inversiones y negocios", destacó Rousseff.
En los últimos años, Brasil se convirtió en el segundo destino de las inversiones mexicanas a escala mundial con cerca de 22.000 millones de dólares. "Pero podemos hacer más", sentenció la presidenta, cuyo país se estima que entre en recesión este año, cayendo un 1 %, según el FMI.
Peña Nieto y Rousseff atestiguaron hoy la firma de varios convenios por parte de ministros y altos funcionarios que trascendieron el ámbito puramente económico.
Fueron acuerdos de carácter ambiental, de sustentabilidad, de pesca y acuicultura, de servicios aéreos, de cooperación turística y de formación, entre otros.
Rousseff, quien recibió la Orden Mexicana del Águila Azteca, llegó la tarde del lunes a México y el miércoles participará en una sesión solemne en el Congreso de la Unión antes de regresar a su país.
Tras la conferencia de prensa, el presidente mexicano ofreció a Rousseff una comida de honor.
En ella, los mandatarios brindaron con tequila y cachaza, bebidas autóctonas que ambos países acordaron hoy reconocer con el distintivo de denominación de origen y ejemplifican esta nueva etapa, más distendida y con menor rivalidad, entre las dos potencias regionales.
Más tarde, en su intervención en la clausura de un encuentro empresarial México-Brasil, Peña Nieto declaró que con los convenios suscritos, ambos Gobiernos han tendido "los puentes que acerquen a nuestras naciones, y serán nuestros emprendedores los actores protagónicos y a quienes corresponda transitar por estos puentes".
A su vez, Rousseff dijo que México y Brasil, como las mayores economías latinoamericanas, son también, necesariamente, "los mayores mercados, y 320 millones de personas representan un mercado de mucho valor".
Por ello, expresó la necesidad de "reconocer el papel del comercio, de las inversiones recíprocas, en la recuperación de nuestras economías" de la crisis económica internacional que estalló en 2008.