Desde que comenzó la ofensiva liderada por Arabia Saudí contra los rebeldes hutíes en Yemen, más de un millar de civiles han muerto, concretamente 1.068, y otros 2.551 han resultado heridos, según el recuento del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos hasta el 24 de mayo.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMC) que cuenta con datos recogidos por los centros sanitarios y por lo tanto no contabiliza las víctimas que no llegan a los hospitales, indicó hoy que el número total de decesos asciende a 1.976 muertos y 8.034 heridos.
De ellos, 112 difuntos y 242 heridos eran menores de edad.
Ni el Alto Comisionado ni la OMS han podido precisar en qué circunstancias perecieron o resultaron heridas estas víctimas.
Por su parte, Ahmad Fawzi, portavoz de la ONU en Ginebra, dijo desconocer en qué punto se encuentra el intento de entablar un diálogo de paz entre las partes en conflicto en Yemen, unas conversaciones que debían haber tenido lugar esta semana en Ginebra pero fueron pospuestas.
Yemen, un país que prácticamente se ha convertido en un estado fallido, vive desde 2011 una gran inestabilidad política, que se agravó en los últimos meses por el avance de los rebeldes hutíes, un grupo chií apoyado por Irán.
Riad, aliada de Hadi, inició ataques sobre los hutíes y sus aliados del Ejército regular yemení el pasado 19 de marzo, una intervención duramente criticada por Teherán y por otros países de mayoría chií, como Irak o el Líbano.
Según datos de la ONU, cerca de doce millones de personas necesitan ayuda urgente en el Yemen.