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Valls niega la menor negligencia en el asesinato de los policías

El hombre fue abatido horas después del doble asesinato en la misma casa de la pareja de policías y consiguieron rescatar al hijo de tres años de los agentes

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El primer ministro francés, Manuel Valls, negó que hubiera habido "la menor negligencia" en el seguimiento del yihadista que el lunes asesinó en su domicilio a una pareja de policías, e insistió que el acto de un terrorista solitario "es el más difícil de detectar".

Valls, en una entrevista a la emisora "France Inter", insistió en que el asesino, Larossi Abballa, había cumplido una pena por terrorismo y después de salir de la cárcel había seguido estando vigilado y así en los últimos meses había sido objeto de escuchas telefónicas, que no habían permitido suscitar sospechas.

Reconoció que la muerte de los dos policías "en condiciones atroces" en su casa de Magnanville, a una cincuentena de kilómetros de París es "un fracaso", pero hay que tener en cuenta "la dificultad" para los investigadores para encontrar signos de amenaza de los sospechosos.

En cualquier caso, volvió a rechazar las propuestas de algunos responsables de la oposición, que reclaman que se encierre a todas las personas fichadas por los servicios secretos como potenciales terroristas.

A ese respecto, hizo notar que en todos los países se distingue entre los mecanismos de vigilancia y los de restricción de la libertad, que deben ser decididas por los jueces.

Valla advirtió, tras indicar por enésima vez las cifras de personas detenidas por los servicios secretos con sospechas de terrorismo (133 desde comienzos de año), de que "tendremos nuevos ataques porque nos enfrentamos a una organización terrorista que retrocede" en Siria e Irak, en alusión al Estado Islámico, pero que "quiere causar el terror" y "dividir" a la sociedad.

El primer ministro también dijo que "estamos en guerra" contra el terrorismo, y que eso "será largo", y durará "una generación", lo que significa que además de poner los medios suficientes para las fuerzas del orden "hace falta una movilización de toda la sociedad".

Abballa, abatido por las fuerzas del orden en la casa de los dos policías en la que se había pertrechado tomando como rehén al hijo de éstos, de tres años, había estado en la cárcel dos años y medio hasta septiembre de 2013 por haber formado parte de una red de envío de yihadistas a Pakistán.

Desde entonces había estado en el objetivo de los servicios secretos y, desde el pasado mes de marzo su nombre había aparecido en una investigación judicial por la marcha de una familia francesa a Siria para integrarse en grupos yihadistas, por lo que se había decidido que fuera objeto de escuchas telefónicas.

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