El retraso se debe a la imposibilidad de que la grúa de gran potencia que debe izar la embarcación pase por debajo de los puentes de la ciudad
Las autoridades húngaras han anunciado hoy que aún se tardarán días en sacar a flote el barco turístico que hace ocho días naufragó en el río Danubio a su paso por Budapest, causando la muerte a dieciséis turistas surcoreanos.
El retraso se debe a la imposibilidad de que la grúa de gran potencia que debe izar la embarcación pase por debajo de los puentes de la ciudad y llegue al lugar del siniestro, debido a que el río baja con mucho caudal.
"Los buzos están estableciendo puntos de elevación debajo del barco para que, a través de éstos, se puedan fijar los restos de la nave a la grúa", informó hoy Nándor Jasenszky, el jefe de la oficina de relaciones sociales de la unidad especial de la policía.
La grúa, con una capacidad de carga de 200 toneladas, está esperando a las afueras de Budapest a que baje el nivel del agua.
El barco turístico se hundió el pasado día 29 después de que un crucero lo embistiera por detrás al tratar de adelantarlo, en una maniobra que aún no ha sido esclarecida. El capitán del crucero se encuentra en prisión preventiva.
El barco siniestrado transportaba a 33 turistas surcoreanos y a dos tripulantes húngaros.
Siete personas fueron rescatas con vida y hasta el momento se han localizado dieciséis cadáveres, algunos a hasta 100 kilómetros del lugar del accidente, y otras doce personas están aún desaparecidas.
Las autoridades húngaras creen que aún puede haber cuerpos en el interior del barco, sumergido a nueve metros de profundidad y al que es muy peligroso acceder debido a la fuerte corriente del río y la falta de visibilidad
"Si durante los trabajos encontramos cadáveres, pararemos, porque la prioridad más importante es la de dar un trato adecuado y respetuoso a las víctimas", afirmó Jasenszky.