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El ataque en Irak divide aún más al Congreso estadounidense

Continúa en punto muerto el 'impeachment' de Trump en el Senado

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El ataque con un dron que en la noche del jueves acabó en Bagdad con la vida de Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución de Irán, dividió hoy todavía más a demócratas y republicanos en las dos cámaras del Congreso, aumentando así el recelo mutuo existente entre los congresistas en vísperas del inicio del juicio político contra el presidente de EEUU, Donald Trump.

"La Administración Trump ha llevado a cabo ataques en Irak contra militares de alto nivel, matando al comandante de la Fuerza Quds, Qasem Soleimani, sin una Autorización para el Uso de la Fuerza Militar contra Irán. Además, esta acción se llevó a cabo sin consultarlo al Congreso", criticó hoy en Twitter la presidenta de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelosi.

Unas declaraciones que contrastan con el mensaje del líder de la Mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, quien horas más tarde pedía a los congresistas "esperar a que los hechos sean revelados y a oír lo que tenga que explicar la Administración" antes de hacer un juicio.

Un consejo ignorado por el líder de la minoría demócrata en la misma cámara, Charles E.Schumer, que se quejó también de no haber sido informado, algo a lo que el presidente Trump respondía en Twitter: "Tampoco lo fueron los iraníes, y por la misma buena razón".

Mientras la mayoría de representantes republicanos celebraban hoy el ataque y defendían la decisión tomada por la Administración, como el senador por Carolina del Sur Lindsey Graham -quien en Twitter dijo que se había matado "al hombre más poderoso de Teherán después del Ayatolá"-, muchos demócratas lamentaban no haber sido informados y expresaban temor por las posibles consecuencias.

Para más inri, Graham explicó hoy que él sí fue informado de la posibilidad de que se llevara a cabo esta operación durante su reciente visita a Trump en Florida.

En un comunicado, Pelosi señaló el mismo jueves que el ataque "arriesga provocar un peligroso crecimiento de la violencia" y afirmó que "Estados Unidos y el mundo no pueden permitirse tener una escalada de la tensión hasta un punto de no retorno".

Algo muy al hilo de lo expresado por la aspirante a la candidatura presidencial demócrata y senadora por Massachusetts, Elizabeth Warren, quien tuiteó que Estados Unidos está "al borde de otra guerra en Oriente Medio", o el presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara Baja, el demócrata Eliot L. Engel, que se mostró "muy preocupado" por las "consecuencias imprevisibles" del ataque.

El también candidato a las primarias demócratas y senador Bernie Sanders se mostró muy preocupado durante un mitin en Iowa por la "peligrosa escalada" en la tensión y el peligro de un nuevo conflicto bélico, al igual que el ex vicepresidente Joe Biden, que en un comunicado calificó el ataque como "tirar dinamita en una caja de cerillas".

El senador republicano Ted Cruz menospreció estas críticas puesto que "cuando ves a iraquíes celebrando en las calles que Estados Unidos ha hecho justicia con el jefe del la purga étnica, está al margen de la comprensión que algunos en Washington critiquen a Donald Trump por sus propias razones políticas", algo muy en la línea de los expresado por la mayoría de sus compañeros de partido.

El secretario de Estado, Mike Pompeo, aseguró hoy que la acción militar tuvo como fin "evitar un "ataque inminente" y que con ella se salvó la vida de estadounidenses, ya que el general iraní Qasem Soleimani "planificaba activamente una gran acción (...) que hubiese puesto en riesgo cientos de vidas".

Además de Soleimani, en el ataque, llevado a cabo el jueves en el área del aeropuerto de Bagdad, murió también el vicepresidente de las milicias chiíes iraquíes Multitud Popular, Abu Mahdi al Mohandes, aliadas de Irán. 

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