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Los manifestantes gritan mientras Mineápolis llora por Floyd

Cientos de personas rindieron homenaje a Floyd en el anfiteatro de una universidad de Mineápolis, adonde acudieron entre otros Martin Luther King III

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  • Manifestantes. -

Los gritos contra la brutalidad policial hacia los afroamericanos volvieron a retumbar este jueves en las calles de las principales ciudades de EE.UU., mientras que Mineápolis despedía entre lágrimas a George Floyd, cuyo asesinato ha desatado una ola de protestas.

Cientos de personas rindieron homenaje a Floyd en el anfiteatro de una universidad de Mineápolis, adonde acudieron entre otros Martin Luther King III, el hijo mayor del líder de los derechos civiles para los afroamericanos, así como el reverendo Jesse Jackson, que estuvo a su lado en las marchas de los años 60.

Frente al ataúd plateado de Floyd, Jackson pronunció un emocionante discurso en el que instó a la comunidad negra a quitarse de una vez por todas la "rodilla" que les presiona el cuello y les impide prosperar, una metáfora con la que evocó el asesinato de Floyd.

"LA HISTORIA DE FLOYD ES LA DE TODOS LOS AFROAMERICANOS"

Floyd, convertido en un símbolo del hambre por el cambio, falleció el 25 de mayo después de agonizar durante nueve minutos postrado en el suelo y mientras un agente blanco presionaba su rodilla contra su cuello, una escena grabada en vídeo y que ha desatado indignación en todo Estados Unidos.

"La historia de Floyd es la de todos los afroamericanos de este país, -expuso Jackson- ¡Desde hace cuatrocientos años, la razón por la que no hemos podido ser quiénes queremos ser y no hemos podido siquiera soñar con quién queremos ser es porque hemos tenido tú rodilla sobre nuestro cuello!".

El reverendo argumentó que "lo que le ocurrió a Floyd, ocurre cada día en este país, en educación, en la atención sanitaria y en cualquier otra área de la vida", por lo que pidió a la comunidad negra que se rebele y clame: "¡Quita tu rodilla de mi cuello!".

El agente que asfixió a Floyd, Derek Chauvin, ha sido acusado de asesinato en segundo grado; mientras que los otros tres agentes se enfrentan a cargos criminales por haber permanecido impasibles ante el asesinato y, además, cada uno deberá pagar una fianza de 750.000 dólares, según decretó hoy un juez.

El funeral de este jueves en Mineápolis es solo el primero de una serie de servicios religiosos destinados a honrar a Floyd, cuyo nombre siguió hoy resonando en multitud de protestas en Estados Unidos.

FIN DEL TOQUE DE QUEDA EN WASHINGTON D.C.

En Washington D.C., donde se registraron fuertes disturbios en la noche del domingo, la alcaldesa, Muriel Bowser, anunció este jueves el fin del toque de queda.

En los dos últimos días, la violencia se ha ido apagando y el miércoles por la noche no hubo ningún arresto relacionado con las protestas, a las que acudieron unas 5.000 personas, de acuerdo a las estimaciones del jefe de la policía de la capital estadounidense, Peter Newsham.

El lunes, cuando los manifestantes fueron dispersados frente a la Casa Blanca con gases lacrimógenos, hubo 288 arrestos y el martes se produjeron 29, indicó Newsham.

A pesar de la disminución de los disturbios, el Servicio Secreto hoy fortaleció aún más el perímetro de seguridad alrededor de la Casa Blanca: lo amplió algunas calles y desplegó nuevas vallas de rejillas negras, así como bloques de cemento gris, según constató Efe.

EL "CANSANCIO" ACUMULADO DE LA COMUNIDAD NEGRA

Dentro ese perímetro de seguridad, a primera hora de la tarde, decenas de agentes vigilaban a cierta distancia a los activistas que comenzaban a acercarse a la mansión presidencial.

Uno de los manifestantes, Paul Cue, un hombre afroamericano de 40 años, dijo a Efe que lleva manifestándose desde el domingo porque está "muy cansado" de que la comunidad negra en EE.UU. "sea asesinada por la policía sin ninguna razón" y de que "no haya igualdad ni justicia" para ellos.

Explicó que tiene un hijo de 17 años que ha empezado a conducir y al que ha tenido que explicar que, por ser negro, tiene que tener más cuidado si la policía le para.

"Le tuve que decir, mira, tienes que bajar las ventanillas muy despacio, poner las manos en el volante y repetir todo lo que la policía te diga: ¿Quiere que le dé mi licencia de conducir? ¿Quiere que me baje del vehículo? Esas son conversaciones que los blancos no tienen que tener y, honestamente, es muy jodido que yo tenga que hablar de eso con mis hijos", lamentó Cue.

Él mismo aseguró que tuvo un incidente con la policía hace dos años, cuando unos agentes le bajaron de su coche y le apuntaron con una pistola porque, según dijeron, "se estaba divirtiendo demasiado".

El hombre llevaba una pancarta blanca que con letras rojas que decía "Stop Killing Us" (Dejen de matarnos).

Según datos de la organización Mapping Police Violence, entre 2013 y 2019, la policía acabó con la vida de unas mil personas, de las que un tercio eran afroamericanos. 

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