"Ambas partes -asegura el texto oficial-, mantuvieron intercambios sinceros, pragmáticos y constructivos con actitud igualitaria y respeto mutuo"
Representantes de China y Estados Unidos mantuvieron este jueves (hora de Pekín; miércoles en la hora de Washington) una conversación telefónica para tratar de "desarrollar el comercio bilateral", estancado desde 2018 por la guerra comercial iniciada por el expresidente de EE. UU. Donald Trump.
Se trata de la primera vez que Pekín y Washington abordan de manera oficial cuestiones comerciales desde que, el pasado mes de enero, Joe Biden fuera investido como presidente de Estados Unidos.
Así, el jefe negociador de la parte china, el vice primer ministro Liu He, conversó con la representante comercial estadounidense, Katherine Tai, informó hoy el Ministerio de Comercio de China en un sucinto comunicado publicado en su página web.
"Ambas partes -asegura el texto oficial-, mantuvieron intercambios sinceros, pragmáticos y constructivos con actitud igualitaria y respeto mutuo".
Según el comunicado, China y Estados Unidos "creen que el desarrollo del comercio bilateral es muy importante, intercambiaron puntos de vista sobre asuntos de interés común, y acordaron seguir manteniendo el contacto".
También Estados Unidos emitió un breve comunicado al respecto, en el que considera la conversación "una reunión virtual preliminar" en la que se debatió "la importancia de la relación comercial" entre las dos mayores potencias económicas del planeta.
La versión estadounidense apunta que Tai abordó los principios de la actual Administración y su "política comercial centrada en los trabajadores", así como su "proceso de revisión de la relación comercial entre EE. UU. y China".
El pasado mes de marzo, Tai adelantó que Washington no preveía levantar a corto plazo los aranceles impuestos a los productos chinos durante la Administración Trump.
Durante el Gobierno de Trump, EE.UU. impuso aranceles a productos chinos por valor de unos 370.000 millones de dólares (303.558 millones de euros) anuales, en torno a tres cuartas partes de las exportaciones del país asiático, a lo que Pekín respondió con sus propias medidas contra las exportaciones estadounidenses.
La relación entre ambos países comenzó a deteriorarse en marzo de 2018, con el inicio de la guerra comercial y el consecuente intercambio de imposiciones arancelarias, y derivó después en enfrentamientos en los planos diplomático y tecnológico, entre otros.
En enero de 2020, China y Estados Unidos firmaron un acuerdo comercial parcial que se comprometieron a revisar cada seis meses, aunque la última vez que las dos partes lo hicieron fue el pasado mes de agosto.