Las previsiones realizadas por Randstad para Semana Santa indican que Cádiz está a la cabeza en la contratación en Andalucía desde el viernes 8 al domingo 17 de abril. Para llevar a cabo este análisis, ha tenido en cuenta los datos de los sectores de transporte de viajeros, hostelería y entretenimiento, que son los que tradicionalmente impulsan la incorporación de profesionales durante este periodo. El estudio concluye que registrará el mayor volumen de contratos (3.370) de toda la región, seguida por Málaga (2.840), Sevilla (2.600), Jaén (1.330), Granada (1.160), Córdoba (890), Almería (860) y, por último, Huelva (770).
“La Semana Santa va a ser buena”, confirma el presidente de Horeca, Antonio de María, quien se muestra convencido de que el tiempo también acompañará. La clave está en el posicionamiento de la provincia que, en 2020, fue el primer destino nacional y, en 2021, el quinto. Y aún queda un amplio margen de crecimiento hasta volver a los niveles previos a la pandemia, apunta.
Todo ello pese a que la incertidumbre en la que se sumió el sector industrial a raíz de la irrupción del coronavirus no se ha disipado y aún condiciona la actividad, según el presidente del Clúster Turístico Destino Jerez, Antonio Mariscal. En este sentido, recuerda que, aún hay restricciones en la movilidad y el mercado asiático permanece cerrado. “De remate”, añade, “tenemos la guerra rusa”. El conflicto podría condicionar el verano en cuanto a las cifras de viajeros internacionales, según una reciente entrevista con el director del aeropuerto de Jerez, Iván Rodríguez, en 7TV, quien, no obstante, espera vender unas 800.000 plazas entre octubre y abril después de cerrar un primer trimestre “relativamente flojo”, alcanzando el 70% de pasajeros con respecto al nivel previo a la pandemia.
En cuanto al mercado nacional, la inflación, en principio, no tiene por qué restar. “Otra cosa es el gasto de los viajeros”, matiza Mariscal, que es una de las variables más importante, y la tensión que genera en las empresas del sector, huérfanas de ayudas directas de las administraciones durante lo peor de la crisis sanitaria más allá de las genéricas, como ERTE y préstamos ICO.
“Se ha armado un revuelo por los 150 empleos de Airbus, pero nadie ha dicho ni pío por los 4.000 puestos de trabajo que se ha llevado la pandemia en el sector turístico”, lamenta, por su parte, De María.
El máximo responsable de Horeca admite que los asociados “están desesperados porque el recibo de la luz se ha multiplicado por tres o cuatro y el precio de productos como el aceite se ha duplicado”. La reforma laboral ha incrementado el coste de la contratación temporal y las plantillas fijas están haciéndose cargo del grueso de los servicios prestados, porque el mantenimiento de la calidad, seña de identidad de la industra gaditana, no es negociable en ningún caso.
El Gobierno, sin embargo, le ha negado al sector un proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica (Perte), similar a los diseñados para el vehículo eléctrico, para las nuevas renovables y el hidrógeno verde o para la industria naval. La ministra del ramo, Reyes Maroto, aseguró en enero, y desde entonces el Ejecutivo ha mantenido el mismo argumento, que su proyecto de 3.400 millones con fondos europeos para el sector es ya un “auténtico Perte”, frente al plan de 15.000 millones que piden los grandes grupos turísticos.
“Sería conveniente que las empresas dispusieran de un plan de contingencia”, considera el presidente del Clúster Turístico Destino Jerez, preguntado al respecto de la negativa de la Administración. “No tenemos la completa seguridad de que no vayamos a tener un nuevo repunte del virus ni podemos medir la incidencia del conflicto bélico en los próximos meses”, advierte.
