El equipo científico contratado por la Diputación de Cádiz para exhumar las fosas localizadas en el antiguo cementerio de Benamahoma, en el término municipal de Grazalema (Cádiz) ultima la recuperación de los restos de personas represaliadas, que suman un total de 67 personas en 19 fosas.
Según ha indicado la Diputación en una nota, los trabajos se encuentran en la tercera campaña de una intervención que comenzó hace casi dos años, mientras que la primera fase se desarrolló de octubre de 2017 a febrero de 2018 y la segunda se llevó a cabo de junio a octubre de 2018. Al término de las dos primeras etapas se lograron recuperar los restos de 57 personas, diseminados en 16 fosas y con la tercera fase serán un total de 67 personas en 19 fosas.
Esos datos han sido conocidos por la responsable de la delegación de Desarrollo Democrático de Diputación, Lucía Trujillo, y por el alcalde de Grazalema, Carlos García Ramírez, que han visitado el antiguo cementerio de Benamahoma, ya reconvertido en Parque de la Memoria.
Lucía Trujillo ha reiterado que Diputación seguirá financiando estas intervenciones "con el objetivo de lograr la justicia que reclaman las familias de las víctimas y las entidades memorialistas". Por su parte, el alcalde de Grazalema ha recordado las vivencias de vecinos que rememoraban el trágico final de sus familiares, y ha indicado que Ayuntamiento y Diputación están a disposición de todo aquel que busque a sus parientes y quiera cotejar su ADN con el de las víctimas.
La mayoría de las osamentas recuperadas son de hombres (al menos 60), predominando la franja de edad entre 30 y 45 años. Además, se han recuperado los restos de un adolescente, de unos 16 años, y de otros cinco individuos que apenas superan la veintena. Igualmente, se ha confirmado la aparición de los restos de tres mujeres, mientras que de uno de los esqueletos aún no se ha podido determinar el sexo. En gran parte de los huesos se aprecian lesiones perimortem --prueba de la violencia ejercida contra las víctimas en los momentos previos a su ejecución-- así como orificios de bala.
La magnitud del hallazgo confirma la tesis apuntada por testimonios orales e indagaciones históricas, que Benamahoma fue, tras la sublevación militar que provocó la Guerra Civil española, un lugar de ejecución en el que fueron asesinados no sólo vecinos de la antigua aldea, sino también habitantes de poblaciones cercanas como Villamartín, El Bosque o Prado del Rey.