Faltan recursos humanos en los centros penitenciarios. Es una demanda del sector profesional recurrente cuya magnitud cobra especial relevancia cuando se pregunta sobre el trabajo con presos etarras. Es un colectivo complicado, al que hay que someter a un estrecho marcaje. Ahora, relata Ángel Luis Perea, responsable de Instituciones Penitenciarias de CSIF Cádiz, la presión es menor, pero la población reclusa en general ha mostrado habitualmente un especial rechazo contra los criminales de ETA. Hay que hacer un seguimiento especial.
Xabier Rey, encarcelado en Puerto III, se suicidó y fue hallado muerto con cortes en los antebrazos en abril de 2018. Un suceso puntual que ilustra, no obstante, la dificultad de un grupo problemático. Cada mes, los reclusos registraban un escrito reivindicando el acercamiento a las cárceles vascas o protestaban con la renuncia a la comida. Ahora la vigilancia se centra especialmente en los terroristas yihadistas, pero ETA está todavía muy presente en las cárceles gaditanas.
