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Oliver Stone dispara contra la avaricia de la gran banca en ?Wall Street?

Oliver Stone presentó ayer en el Festival de Cannes su nuevo filme sobre la avaricia, el poder y el dinero, la segunda parte de Wall Street, dos décadas después de atacar la especulación financiera y consciente de que ésta persiste.

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  • El actor estadounidense Michael Douglas (i) y el director estadounidense Oliver Stone (d), ayer en Cannes. -
Oliver Stone presentó ayer en el Festival de Cannes su nuevo filme sobre la avaricia, el poder y el dinero, la segunda parte de Wall Street, dos décadas después de atacar la especulación financiera y consciente de que ésta persiste.

Stone cuenta de nuevo con la colaboración de Michael Douglas, el Gordon Gekko “tiburón” de las finanzas y especulador sin límites que lanzó al actor a un nuevo registro (el de malo, malo) y que ayer, como el cineasta, cargó contra la ausencia de regulación en los grandes mercados financieros.


La banca y sus prácticas alejadas de su misión original –la financiación de la actividad generadora de riqueza– están en el punto de mira de la secuela que ahora trae Stone –Wall Street. Money never sleeps–, que además avisa: la próxima burbuja financiera es “verde”.

Stone declaró en la presentación a la prensa internacional de un filme que no compite en Cannes (como otros más que este año se quedan al margen del concurso) que esperaba que el sistema financiero mundial cambiara, “pero no lo ha hecho”.

Veintitrés años después de la primera parte de esta historia de bandidos de la alta finanza, Stone pone al protagonista en la difícil tesitura de tener que elegir entre el poder del dinero y la llamada interna e inexplicable del amor a la familia y la perpetuación de la especie, o al menos así lo explicaron él y los protagonistas del filme.

Aunque la cinta parece complacer la elección que haría una clásica producción del último Hollywood, Stone se mostró frustrado ante la prensa por considerar que las leyes del mercado, mejor dicho, la falta de ellas o su incumplimiento, sigue estando en el origen de la nueva crisis económico-financiera internacional.

“Pensé que el sistema se corregiría, pero no lo ha hecho”, explicó Stone, cuyo nuevo filme vuelve a poner el ojo en la avaricia del mundo de las altas finanzas, sobre todo de la banca, y que se rodó en pleno estallido de la actual crisis financiera mundial.

“Me hubiera gustado ver reformas importantes, pero veo que hay problemas tremendos”, dijo Stone al aludir a la crisis económico-financiera mundial. Y mencionó los casos de Grecia, Portugal y España como ejemplos del devastador impacto del fracaso en la regulación de las normas que rigen los mercados financieros internacionales.

Stone denunció el “tremendo vacío” que persiste entre quienes crean riqueza y quienes operan en los mercados financieros, en los que siguió viendo la causa de los problemas que, cuando rodó la primera parte de Wall Street, causaron la crisis de los años ochenta del pasado siglo.

Y la crisis de ahora, la causada entre otras razones por las arriesgadísimas operaciones del banco de negocio Lehman Brothers y compañía, “pone al mundo en una perspectiva nueva”, recordó Stone, quien mencionó a su padre como ejemplo de una raza de hombres que, en el mundo de la banca, tenían otras prioridades.

“Mi padre era un hombre honesto y creía en el servicio a los clientes, y eso ha desaparecido”, explicó el director.
Stone no se retrajo a la hora de calificar de “loco” el sistema por el cual “el 40% de los beneficios de las compañías americanas procede del sector financiero”, aunque salvó a entidades como el banco canadiense que le ayudó a comprender el funcionamiento corrupto de quienes causaron la crisis con activos de alto riesgo y operaciones de sofisticada “arquitectura” financiera.

“La avaricia no ha terminado”, apuntó por su parte Douglas, quien admitió que el éxito que augura al filme, y a él por la parte que le toca, tiene un ingrediente que casi siempre funciona: “A la gente le gustan los malos”.

Interpretada además por Shia LaBeouf –en el papel del joven aprendiz de tiburón–, Josh Brolin (que ya trabajó con Stone en "W.", sobre el ex presidente estadounidense George W. Bush), Carey Mulligan y Susan Sarandon, la película recibió tímidos aplausos en el pase de prensa de la jornada de ayer en la ciudad francesa de Cannes.

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