Así, fiel a una voz poética que arrancó temprano con Poemas de la tierra y de la sangre y Preludios a una noche total, en 1967, el poeta, ensayista, y traductor encierra ahora en un bellísimo volumen toda una vida dedicada a un riguroso y sensible trabajo basado en la búsqueda, en el tiempo “paso a paso”, como le dijo María Zambrano, de la armonía y el silencio, sin perder de vista la realidad y la experiencia de vivir.
La obra de Antonio Colinas (La Bañeza, León, 1946), premio Nacional de la Crítica y premio Nacional de las letras de Castilla y León es fundamental para entender la lírica contemporánea escrita en lengua española.
“Poesía vivida, poesía ensoñada de una realidad transformada y metamorfoseada, de una realidad comprometida”, explica a Efe este poeta armónico, fascinado por lo sagrado y con aspecto de sabio griego.
Son 16 libros y dos manuscritos rescatados: La viña salvaje, Sepulcro en Tarquinia; y El laberinto invisible.