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Los sacerdotes modernos ofrecen una eucaristía con cambios en Cuartos

Una actuación de Cuartos de Final que introdujo modificaciones en el repertorio

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'Que sea lo que Dios quiera' presentó su propuesta en la tercera sesión del pase de Cuartos de Final sobre las 22:00. La exigencia del concurso en la modalidad de chirigota ha llevado a que este homilía requiera de cambios. Las agrupaciones no tiene la obligación de presentar modificaciones en presentación, estribillo y popurrí, es más, suele ser una 'rara avis' ya que el contenido inédito está en pasodobles y cuplés. Sin embargo, estos pequeños cambios son síntomas de que el COAC está vivo y hay que atender a los errores y probar con cosas diferentes.

Así lo explicaba el director de la chirigota, Iván Herrero, que al grupo "gusta" estas modificaciones e incorporaciones porque demuestra "la competitividad sana del concurso" y porque "si hay una parte que no ha funcionado en preliminares no va a funcionar en cuartos". Bajo esta premisa arrancaba la presentación: "hemos cambiado la presentación que el otro día me comí un bolón" e incluso ironizó con que "pegó más la de los negacionistas". De esta manera dejaban claro que estos curas modernos vienen no solo a disfrutar y a pasarlo bien; sino a concursar. La agrupación ha mantenido las bases de esta nueva iglesia  actualizada a nuestros tiempos para "revolucionar" la iglesia actual con medidas que van desde confesiones por videollamada, se acabó el cepillo y proponen pagos por bizum o datáfono.

Sin dudas sendos pasodobles marcaron los momentos más emotivos de la actuación. Primero abrieron la tanda de pasodobles con una letra muy al tipo, con una crítica afilada sobre el estado de la Iglesia y el abuso de poder desde su posición que le ha permitido eludir diferentes polémicas. La segunda letra fue una oda al talento andaluz, mejor dicho, una crítica a la situación que atraviesa la comunidad en una clara fuga de talento ante la falta de oportunidades. El dardo fue personalizada nombrando andaluces referentes en diferentes ámbitos de la investigación que se ven forzados a "hacer sus maletas" porque "vivimos de subvenciones, de turismo y vacaciones", cerrando con un "que baje Dios y lo vea".


Llegó el momento más importante para su modalidad: la tanda de cuplés. Unas letras de temas vigentes y con el añadido de presentar un nuevo estribillo que rompía con el de preliminares que los consideraban "más de calle". La chirigota abrió con la reducción de la jornada laboral y el mito de la ausencia de volumen de trabajo por parte del funcionariado, concretamente el de la Junta de Andalucía. Cerraron con un cuplé al tipo sobre tatuajes basados en representaciones de la imaginería de la iglesia católica.

El popurrí no estuvo exento de modificaciones, redujeron cuartetas, limaron imperfecciones, pero conservaron los golpes más efectivos como la teatralización, los nombres complejos para bautizar, escenificación de un exorcismo y un cierre estelar con la sensibilidad de unos curas que aún tuvieron tiempo para dar bendiciones. Una misa para arriesgar, divertirse y divertir, donde estos sacerdotes volvieron a recurrir a 'Que sea lo que Dios quiera'.

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