El Belén viviente de la Residencia de San José permanecerá abierto hasta la jornada de este domingo, gracias a la colaboración de los feligreses de la iglesia Mayor, la hermandad de Columna y la Orden Servitas.
La idea del Belén viviente nació hace tres años como iniciativa para dar vida, alegría y sentido religioso en estas fechas, en primer lugar a los residentes de la residencia de San José y en segundo lugar a todo aquel que quiera acercarse. El empeño tanto de la bolsa de caridad “Virgen de las Lágrimas de la Hermandad de Columna, como el de la Orden Seglar de los Siervos de María,(Servitas) hicieron posible la realización del humilde Belén de los años anteriores y el milagro de este año. La prioridad son los mayores. Por lo que en la medida de las escasas posibilidades se ha habilitado la zona con accesibilidad para todos.
Aunque no se pone precio de entrada, hay una urna por si algún visitante quisiera dar algún donativo. El fin de esta recaudación irá destinada a los mayores. Es cierto que ellos tienen todas sus necesidades cubiertas, pero llegadas las fiestas de los Reyes se quiere obsequiar con unos presentes (colonias, lanas, monederos, bufandas, pañuelos, etc…) a “aquellos que para nosotros son lo más importante. Ellos son los verdaderos protagonistas de este evento”, señalan.
El Belén viviente cuenta con una oferta de mayor atracción para los menores, como son los animales. Además de las ovejas y los pavos, este año hay también un cerdo, además de equinos.
Ofrece dos caras muy diferenciadas tanto de día como de noche, si bien en este domingo, el horario se limita a mañana y tarde.
Los colegios de San Fernando pudieron visitarlo el viernes, gracias a que se adelantó su inauguración al jueves por la noche tras un pasacalles de todos los personajes del Belén viviente de San José.